sábado, 31 de enero de 2009

EL AMOR: UNA EXPLOSIÓN DE VALORES (VI Parte)

VALORES RELACIONADOS CON DIOS.

Es increíble observar con que ligereza y habitualidad se emplea el nombre de Dios y no para clamar a Él buscando perdón, sino para blasfemar, para burlarse de su persona. ¡Qué triste!. Aunque se celebre la Navidad y la Semana Santa, lo cierto es que se han convertido en fiestas populares, en fiestas culturales, donde el Dios vivo y verdadero está ausente.
Cuando falta el TEMOR A DIOS, ese temor reverente, ese respeto por sus cosas, por su persona, por su Palabra, falta lo principal en la vida del ser humano. El rey Salomón, del que se dice que fue el hombre más sabio de la tierra, y más rico. No había nadie como él en su época. En el libro de Eclesiestés, después de haberlo probado todo (porque podía ya que tenía los recursos) él declara una y otra vez que todo es vanidad, que no hay nada nuevo debajo del sol. Pero después de hacer esta declaración, él llega a una conclusión y la vemos en Ecles. 12:13: Sí, es cierto que debajo del sol todo es vanidad y no hay nada nuevo pero... ¿y arriba? ¿Y por encima del sol? ¿Qué de Dios? ¿Qué de su Palabra, de sus mandamientos?. La conclusión a la que llega es la siguiente: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” El libro de Proverbios, escrito también por Salomón y que es el libro de la sabiduría nos dice por dos ocasiones: “El principio de la sabiduría es…” Proverb. 1:7 “El principio de la Sabiduría es el temor de Jehová” y en 9:10 “El temor de Jehová es el principio de la Sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia”. Un temor que no es miedo sino un temor que nos hace querer agradarle, un temor que nos hace vivir en santidad.


Esther López (continuará)

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