domingo, 1 de febrero de 2009

Fin de la serie: "EL AMOR: UNA EXPLOSIÓN DE VALORES."

Hoy terminamos la serie que ha llevado por título, "EL AMOR: UNA EXPLOSIÓN DE VALORES." Sólo me queda agradecer a mi hermana Esther que me haya dejado compartirla con los lectores de este blog y espero que un futuro pueda compartir algunos temas más. Y ahora sin más... la última parte:
"Me llama la atención la experiencia que tuvo Moisés con Dios en el desierto. ¿Qué es lo primero que le dijo Dios a Moisés cuando se le apareció en una zarza que ardía y no se consumía? “¡Moisés, Moisés No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.” (Ex.3:4) ¡Ay de los que se burlan de Dios! ¡Ay de los que toman su nombre en vano! ¿Somos conscientes de la presencia de Dios en nuestras vidas? ¿Somos conscientes de la presencia de Dios en medio de su pueblo, cuando éste se reúne en su nombre? El temor reverente a Dios nos hace adorarle, alabarle, servirle, en definitiva tener comunión íntima con él. Valores que han de verse, valores que hemos de transmitir, valores que se tienen que expresar en actitudes para después obrar en consecuencia: No dejemos de congregarnos como algunos tienen por costumbre (valoremos las reuniones de iglesia en el Nombre de Jesús); No dejemos de cantar coros que expresen el amor, la misericordia, la bondad, el perdón de Dios (valoremos la alabanza, la gratitud por lo que Dios es y por lo que ha hecho por nosotros); No dejemos de orar sin cesar,(valoremos el poder de la oración, valoremos la libertad en Cristo para poder presentarnos delante del trono de la gracia para hallar el oportuno socorro, sin intermediarios); no dejemos de leer la Palabra de Dios que es nuestro alimento espiritual, que es nuestro libreo de ruta, nuestro libro de instrucciones, nuestro GPS para llegar a la meta (valoremos la Palabra revelada);
Dios ha hecho su parte, ahora nos toca a nosotros. Tenemos que estar dispuestos a asumir los valores espirituales, tenemos que tener la voluntad para apostar por ellos, luchar por ellos, cultivarlos y desarrollarlos paso a paso, día a día. Tenemos que tener esa disposición para transmitirlos a quienes nos rodean."

2 comentarios:

Isa dijo...

Mi amada Eva, el temor de Dios, es algo tan imprescindible y que nos distingue de todos aquellos que se dicen seguidores de Él, pero que en realidad están lejos de su presencia.Gracias, muchísimas gracias! por haber compartido, por haberte tomado tu tiempo y por habernos querido hacer partícipes de toda esta explosión de valores.
Un besito.
p.d.- ¡Ya regresó Orlando!

elim-el oasis de Eva dijo...

Gracias Isa por pasarte, nos seguimos leyendo, e iré a ver qué nos cuenta Orlando. saludos para ti.