Y a propósito de la niebla quiero contaros una anecdota que le oí a Eric Bermejo (conocido misionero en España e Inglaterra). Nos contaba que un día estando en algún lugar de Inglaterra salió a pasear por el campo. Todo estaba precioso, tanto que pudo cantar, orar y meditar de una manera espontánea. Tan buena fue la experiencia que al día siguiente se propuso hacer lo mismo pero de pronto una densa niebla empezó a cubrirlo todo. Los preciosos paisajes se perdieron entre la neblina, no hubo canciones ese día y solo quedaba volver a casa, pero un pensamiento se quedó en su mente: "hay veces que sentimos a Dios de una forma muy real y cercana, otras veces puede que no, pero no lo dudes, Dios está siempre ahí, no dejes que la niebla te impida verle."
Hablo con el árbol
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La primera vez que leí «El hombre en busca de sentido» de Viktor Frankl fue
hace más de 30 años como parte del programa de mi clase de Literatura.
Además d...
Hace 1 hora
6 comentarios:
Buena anécdota. Gracias.
Nada más cierto. Aquí ha hecho frío también.
Muy lindo, gracias por compartirlo.Amo la niebla de Dios tanto como su claridad.
Un abrazo.
Hola Keila, Tinker y Brisa, hoy el día ya aclaró e incluso el hielo está desapareciendo, pero lo mejor saber que Él siempre ha estado, está y estará con nosotras.
Eva, gracias por tu comentario, era lo que necesitaba oir. Aquí ahora mismo está lloviendo y también hubo algo de niebla esta mañana. Voy leyendo con atraso tu blog, pero mas vale tarde que nunca. Un beso, y saludos a la familia.
Hola Noemi, me alegra saber que te hizo bien la reflexión, espero que todo vaya bien, especialmente con Andrea. Besos para ti y la familia.
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