viernes, 29 de junio de 2012

“El asesino del fin del mundo”: otro libro que llevaré en mi maleta.


A mi lista de libros para el verano acabo de incorporar uno más… se trata de la novela “El asesino del fin del mundo”  del escritor (y bloguer) Miguel Ángel Gómez. He leído las anteriores novelas publicadas por él (cuatro según recuerdo) y cada una de ellas me ha “cautivado”. Las novelas de M. Ángel son de temática juvenil pero “enganchan” a toda la familia y no puedes dejar de leerlas hasta el final porque siempre hay un misterio por resolver. En esta ocasión según leo en la contraportada “Daniel Ackroyd y El club del crimen unen esfuerzos en una nueva aventura, en una investigación que revelará las claves para comprender qué hay de cierto en las profecías y anuncios sobre el fin del mundo…”.
Si quieres saber más puedes leer los comentarios que el propio autor hace en su blog (y si te gustan los libros te gustará visitarlo ya que hay comentados cientos de títulos): http://megustan-loslibros.blogspot.com.es/

Por mi parte ya os comentaré que me parece esta nueva entrega que aún no he podido empezar a leer porque mi marido me “quitó” el libro y ya lo está leyendo él…

jueves, 28 de junio de 2012

Recuerdos de la excursión del 9 de Junio de 2012


El pasado 9 de junio pudimos disfrutar de un día de excursión inolvidable, especialmente para nuestros “hermanos” en el Señor que se bautizaron. Deseo de corazón que éste sea el primer paso para una vida “abundante” en el Señor.

Aquí os dejo el video que se ha hecho con fotos para el recuerdo:


“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos juntos en armonía!
…Porque allí envía Jehová bendición,
Y vida eterna.”
 (Del Salmo 133)

lunes, 25 de junio de 2012

Para los que quieren una nueva vida:


Casi al final del evangelio de Juan nos encontramos que el mismo autor nos revela porqué escribió sobre la vida de Jesús cuando ya había otras tres biografías de Jesús escritas… esta es la razón que Juan da:

 Jua 20:30  “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
31  Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”

Que creamos en Jesús como el Hijo de Dios y que tengamos una nueva vida… pero ¿qué significa “creer” en Jesús? 




Y ahora te invito a pensar en esta oración con la que el pastor Craig Groeschel termina sus predicaciones y que creo que contiene bastantes elementos de lo que implica “creer”:


“Padre que estás en los cielos.
Sálvame de mis pecados.
Hazme una nueva persona.
Yo creo que Jesús murió por mí
Y que resucitó,
Para que así yo pueda vivir para ti.
Lléname con tu Espíritu
Para que así yo pueda servirte
Por el resto de mi vida.
Gracias por la  nueva vida.
Te doy la mía.
En el nombre de Jesús te lo pido.”



El hacer esta oración por sí sola no hará ninguna diferencia pero si hay entendimiento en lo que dices… ¡tendrás nueva vida!

domingo, 24 de junio de 2012

“El cielo, no la tumba, es nuestra meta” (Horatio Spafford, 1.873)


En la anterior entrada os hablaba de la canción “It is well with my soul” (“Mi alma está bien”) escrita por Horatio Spafford en 1.873. Este himno se ha convertido en un clásico conocido internacionalmente e interpretado por multitud de coros y solistas. En el siguiente enlace de wikipedia podéis conocer toda la historia que hay detrás de las profundas y sentidas palabras de este himno. También en el blog de “Destellos del góspel” le dediqué una entrada especial bajo el título: A pesar de todo lo que ocurra: “It is Well with My Soul”. (“Está bien con mi alma”). Precisamente allí traduzco la letra que vuelvo a incluir aquí:
“Cuando paz como un río sea mi camino,
Cuando las penas sean como las olas del mar,
cualquiera que sea mi suerte, me has enseñado a decir:
Está bien, está bien con mi alma.

Coro: Está bien… Está bien…
Está bien con mi alma, está bien.

A pesar de que Satanás me abofetee,
a través de las pruebas que vendrán,
Esta es mi seguridad,
Que Cristo ha mirado mi estado indefenso,
y ha derramado su propia sangre por mi alma.

Mi pecado, ¡oh, la felicidad de este glorioso pensamiento!
Mi pecado, no en parte, sino todo,
Es clavado en la cruz, y ya no lo llevo más,
Alabado sea el Señor, alabado sea el Señor, alma mía!

Para mí, sea Cristo, sea Cristo para mí el vivir.
Si el Jordán se despliega ante mí,
No habrá dolor, ni en muerte ni en vida,
Tú me susurrarás tu paz a mi alma.

Pero Señor, es por ti, por tu venida que esperamos,
El cielo, no la tumba, es nuestra meta;
¡Oh, trompeta del ángel! ¡Oh, voz del Señor!
Bendita esperanza, bendito descanso de mi alma.

Y Señor, espero el día cuando mi fe sea vista,
Las nubes se enrollarán como un pergamino;
La trompeta resonará, y el Señor descenderá,
Y aún así, está bien con mi alma…”

lunes, 18 de junio de 2012

Desintoxicando el alma…



Estoy escuchando unas predicaciones de la iglesia http://www.lifechurch.tv/ impartidas por el conocido pastor Craig Groeschel que tienen como título de la serie el extraño nombre de “Soul Detox”  (sería algo así como “desintoxicando el alma”). El título se explica en el sentido de que muchas veces cuidamos nuestro cuerpo y queremos mantenerlo limpio de cualquier cosa que pueda “intoxicarlo” pero sin embargo descuidamos nuestra “alma”, nuestra parte espiritual. Me está resultando muy enriquecedor meditar en todas las veces que aparece en la Biblia la palabra “alma”. El expositor se atreve a decir que él nos ve más como “almas con un cuerpo” que un “cuerpo con un alma”, ya que el cuerpo se quedará aquí cuando muramos pero el alma seguirá existiendo.
Me he puesto a buscar y aquí os dejo algunos textos bíblicos que he escogido para pensar en la importancia de nuestra “alma”:
Deu 4:29  “Pero si desde allí buscas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás.” No importa donde estemos, desde cualquier lugar podemos buscar al Señor y ¡encontrarlo!
Deu 6:5  “Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.” Este es el mandamiento más importante, ¡qué distinta sería nuestra vida si fuera el lema para cada día!
Sal 57:8  “¡Despierta, alma mía!”… porque parece que, a veces, puede estar bien dormida…
Sal 62:5  “Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza.” En medio de tanta crisis, necesitamos esperanza, creo que en eso todos los españoles estaríamos de acuerdo… pues que de Dios venga nuestra esperanza.
Sal 63:8  “Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene.” Cuando las referencias se pierden, cuando sentimos que todo a nuestro alrededor hace aguas… Él nos sostiene.
Sal 94:19  “Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría.”
Sal 103:1 y 2 “Alaba, alma mía, al SEÑOR; alabe todo mi ser su santo nombre.
 Alaba, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios.”  
Sal 130:5  “Espero al SEÑOR, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.” Aquí aparece la Biblia como fuente de esperanza… ¡leámosla!
Y para terminar os dejo una historia que contó Jesús, siempre me causa un fuerte impacto el final de ella:
Luc 12:16  “Entonces les contó esta parábola: —El terreno de un hombre rico le produjo una buena cosecha.
Luc 12:17  Así que se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha.”
Luc 12:18  Por fin dijo: “Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes.
Luc 12:19  Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida.”
Luc 12:20  Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?”
Luc 12:21  »Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios. “
¿Qué pasaría si hoy pidieran tu alma…?
Espero que esté bien segura en las manos de aquel
que puede guardarla para la eternidad en el cielo…
Y al pensar en la importancia de nuestra “alma” me he acordado de una canción que escuché en inglés hace un tiempo, lleva por título “It is well with my soul”, tiene una historia bastante dramática detrás de su letra… pero mejor os hablo de ella en una próxima entrada…

domingo, 17 de junio de 2012

Detalles que transforman… ¡y de qué modo!


A mi marido le encantan los libros como a mí… y hace unas semanas le “ojeé” uno con el título: “Un esposo conforme al corazón de Dios” del escritor Jim George (marido de Elizabeth George, una de mis escritoras preferidas), aunque solo leí el primer capítulo me ha servido para preparar la lección de Escuela Dominical de esta semana ya que estaba buscando algo especial para la que será mi última clase con el grupo de adolescentes de la iglesia. El título del tema es: “Crecer en el Señor” y comienza con el texto de Mateo 6:33, “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Si tuviera que dejar un legado a alguien que haya estudiado la Biblia conmigo creo que sería ese… que cada persona pueda crecer “siempre” en el Señor y buscarle a Él sobre todas las cosas.

Como conclusión de la lección utilizo una sección del final del capítulo que lleva por título “Detalles que transforman” y que paso ahora a resumir:

1.-Lee la Biblia cada día:

“No importa por donde empieces… ¡pero empieza!... Permite a Dios obrar en tu vida mientras lees y meditas su Palabra”. Solo la Biblia es el libro que puede transformarte.  Heb 4:12 dice: “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.”
2.- Ora cada día:
“Cuando oras reconoces que Dios participa activamente en tu vida… y fortalecerás tu vida espiritual”. Hay muchas razones por las que orar pero no olvides orar por tu familia.
3.- Ve a la iglesia cada semana (al menos añado yo):
La iglesia es donde puedes adorar a Dios junto a tu familia, aprender verdades bíblicas de personas capacitadas (maestros, pastores, creyentes experimentados…), tener comunión (y compañerismo) con otros creyentes y poner en práctica tus dones espirituales (el de servicio por ejemplo…).
Heb 10:25 “No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.”
4.- Busca un mentor:
En los libros cristianos se usa mucho la expresión “mentor” como me parece poco usada en nuestros días he buscado en el diccionario algunos sinónimos por si puede ayudarnos a entender mejor a qué se refiere el autor y esto es lo que he encontrado: “consejero, maestro, preceptor, instructor, educador, guía”.
“Encuentra a alguien que sea sabio y maduro en las cosas del Señor y pueda ayudarte a crecer como cristiano.”
5.- Únete a una clase o grupo de estudio bíblico:
Los grupos pequeños dan más libertad para hacer preguntas y son más íntimos y podrás conocer mejor a los otros miembros del grupo y aprender de sus luchas y victorias también.
6.- Visita una librería cristiana:
Tengo que reconocer que me llamó la atención que el autor incluyera este consejo aquí pero me sumo a su propuesta de buscar libros que puedan ayudarte en tu crecimiento espiritual. Hay muchos y muy buenos, así que según sea tu necesidad busca los libros o recursos adecuados y si no sabes cuales son… quizás puedas preguntarle al mentor que se mencionó en el apartado 4…

 
¿Necesitas que tu vida sea transformada?
¿Por qué no empiezas a poner en prácticas los “detalles”
que hemos mencionado?
¿Piensas que no podrá funcionar…?
Te animo a que hagas la prueba…

jueves, 14 de junio de 2012

“Salón de belleza para la lengua” de Leroy Koopman.


Estoy “releyendo” este libro unos veinte años después (o más) desde que lo leí por primera vez. Aprendí mucho al leer varios libros de la misma autora y recuerdo que todos empezaban con “Salón de belleza…” alguno hablaba sobre cómo cuidar el uso de nuestras manos,  pies, oídos, ojos y lengua.

En esta ocasión le estoy sacando más partido porque no solo estoy haciendo una lectura rápida sino que estoy resumiendo las lecciones para luego compartirlas con unas amigas. Me doy cuenta de que el asunto del buen uso de nuestra lengua es vital para las mujeres (aunque a los hombres tampoco les vendría mal su lectura) .

Son 10 capítulos que “exploran” como nuestra lengua puede ser “hermosa” y “bella” si:

-          Es una lengua silenciosa, apreciativa, testificante.

-          Es una lengua limpia, amable, que no murmura.

-          Es una lengua veraz, contenta y sencilla.

Algunos versículos bíblicos que nos ayudan a meditar en cómo debe ser nuestro hablar son:

Pro 18:21  “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.”

Pro 10:19  “El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua.”

Sal 141:3 “Pon guarda a mi boca, oh Señor; guarda la puerta de mis labios.”

Efe 4:29  “Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.”

Pro 31:26: “Abre su boca con sabiduría y la enseñanza de bondad está en su lengua.”

Sant 1:19 “Todos debéis estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojaros.”

Prov 26:20 “Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda.”

Efe 4:25 “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.”


¿Recuerdas algún versículo que añadir a la lista?

martes, 12 de junio de 2012

Jornadas Internacionales de Convivencia 2012 (Valencia-Granada)


Aún recuerdo cuando pude asistir a las Jornadas de Daimiel hace unos años, por eso al recibir esta información pensé en compartirla por si alguien tiene disponibles esas fechas y quiere aprovechar parte del verano ayudando a que el evangelio se extienda por España…






Para más información consulta la página web de DECISIÓN

miércoles, 6 de junio de 2012

Lo que Dios me dijo a través de su Palabra… (II parte y última por ahora)


Martes 22: “No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío” (Isaías 43:1) Dios conoce mi nombre… y ¡me ama!
Jueves 24: “El Señor dice: yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.” (Salmo 32:8) ¡Gracias Señor por tu cuidado de mí! ¡Gracias porque me das un camino a seguir y la promesa de tu consejo!
Viernes 25: “Así que de buena gana gastaré todo lo que tengo, y hasta yo mismo me desgastaré del todo por vosotros.” 2ª Cor 12:15 Veo que me queda mucho para ser como Pablo…
Sábado 26: “Vosotros quedaos quietos, que el Señor presentará batalla por vosotros.” Éxd 14:14. Hace unos días volvía a leer estas palabras en un correo de una amiga. A veces me pregunto cómo combinar la quietud con la acción…
Domingo 27: “… con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad, de modo que se despierten y escapen de la trampa en la que el diablo los tiene cautivos, sumisos a su voluntad.” 2ª Tim 2:25-26. Esta es mi oración a favor de todos aquellos que aún no han rendido su vida a Cristo. Solo hay dos opciones o estás “en el equipo de Jesús” (como dice mi hijo) o estás en el equipo del diablo…
Martes 29: “Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos, en todas partes, que se arrepientan.” Hch 17:30 No sé en qué punto estás de tu viaje espiritual, no sé cuál es tu pasado pero sé lo que Dios quiere que hagas “ahora”… yo ya lo hice…
Miércoles 30: “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.” Salmo 46:1 Estoy rodeada de “momentos de angustia”, estoy necesitada de aquel que es mi amparo…
Como ves estoy convencida de que la Biblia es La Palabra de Dios para el hombre y la mujer de hoy, pero más importante (para mí)... es donde encuentro lo que Dios quiere decirme… a mí…
 ¿Te está hablando Dios por su Palabra en estos días? ¿Quieres compartirlo?

lunes, 4 de junio de 2012

Lo que Dios me dijo a través de su Palabra… (I parte)


Estoy revisando mi agenda del mes de mayo y al leer los textos que fui anotando cada día, vuelvo a darme cuenta de cómo “La Palabra de Dios” (La Biblia) es “viva y eficaz” en el s. XXI… Aquí os comparto algunos de los versículos que hice míos durante el mes que pasó:
Miércoles 2: “Ayudad a los hermanos necesitados. Practicad la hospitalidad.” (Rom 12:13). ¡Qué bueno es el plan de Dios para la iglesia! ¡Que nos ayudemos unos a otros!
Jueves 3: “Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad…” (Juan 16:13) Si somos cristianos no andamos sin “guía” por este viaje que es nuestra vida.
 Sábado 5: “venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” (Mat 6:10) A veces se me olvida hacer esta oración, es como si pensara que es imposible que se haga la voluntad de Dios en medio de una sociedad que no le busca para nada, pero este día recordé que esta petición forma parte de la oración modelo (conocida como “El Padre nuestro”) que Jesús nos dejó, así que no nos equivocamos si pedimos que su voluntad se haga en nuestra tierra.
Domingo 6: “Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Convertíos, y viviréis! Lo afirma el Señor omnipotente.” (Ezequiel 18:32) Creo que estas palabras son verdad en el día de hoy. Dios te ama, no quiere tu muerte espiritual… ni la mía. Yo ya acudí a Él en busca de perdón y de reconciliación, espero que tú también lo hagas… Te cambiará la vida.
Martes 8: “Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad.” (1ª de Jn 3:18) La Biblia nos llama a ser reales, a amar de una forma real…
Viernes 11: “Solo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, y eso es precisamente lo que he venido haciendo con esmero.” (Gálatas 2:10) Estas palabras escritas hace casi 2.000 años tienen una aplicación muy actual … ¿no te parece?
Domingo 13: “Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar. Ante esa calma se alegraron, y Dios los llevó al puerto anhelado.” (Salmo 107:29-30) Esta es una promesa que hago mía, sé que las tempestades pasan (aunque a veces se hacen largas) y cuando llegue la “calma” me alegraré porque Dios me habrá llevado al destino que Él quiso.
Jueves 17 y Viernes 18: “No os angustiéis. Confiad en Dios, confiad también en mí.” (Juan 14:1) ; “Encomienda al Señor tu camino; confía en Él, y Él actuará” (Salmo 37:5) Por si no lo había “captado” a la primera, al día siguiente se me volvió a recordar: debo confiar en Dios… y sólo en Él.

(Continuará)