domingo, 29 de marzo de 2020

4 cosas que podemos hacer en este tiempo de cuarentena.



He dejado de contar los días que llevamos confinados en casa y son muchos los aprendizajes que espero nunca olvidar. Hoy quiero compartir algo que escuché la semana pasada cuando estaba viendo el servicio dominical de la Iglesia Salem en Madrid. (Aquí el enlace de youtube). Lo curioso es que lo que voy a compartir lo aprendí durante el tiempo de sus anuncios... y son cuatro recomendaciones que podemos y debemos hacer siempre pero que ahora podemos seguir haciendo desde nuestra casa (#yomequedoencasa):

1/ Lee la Biblia. La Biblia es muchas cosas pero según este versículo es la luz que necesitamos en nuestro caminar cada día.

Salmos 119:105 NVI
105 Tu palabra es una lámpara a mis pies;
    es una luz en mi sendero.

2/ Ora en cualquier momento. Habla con Dios. Con naturalidad, con sencillez. Preséntale tus peticiones, ruegos, confesión, intercesión y acción de gracias.

Filipenses 4:6-7 NVI
No os inquietéis por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presentad vuestras peticiones a Dios y dadle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses 5:17 NVI 17 orad sin cesar,

3/ Ten comunión con otros. Es verdad que no podemos visitarnos pero podemos llamarnos, hacer video llamadas, interesarnos por cómo otros están llevando su día a día. Quizá tu llamada sirva para aligerar sus "cargas" de soledad, temor, preocupación...

Gálatas 6:2 NVI
Ayudaos unos a otros a llevar las cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo.

4/ Alaba a Dios. Y aunque las canciones no son la única forma de alabar, sí que podemos y debemos cantar a nuestro Dios. Nosotros como familia después de hacer un pequeño devocional elegimos una canción cada uno y os puedo asegurar que terminamos con gozo.

Efesios 3:20-21 NVI
20 Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, 21 ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.


Seguramente estas recomendaciones te parecen muy obvias y ciertamente son fáciles de llevar a cabo, por eso: lee la Biblia, ora, ten comunión con otros y alaba a Dios... desde tu casa.



jueves, 19 de marzo de 2020

"Cómo estar arraigada en las pruebas" Conferencia de Nancy DeMoss Wolgemuth






Apuntes de la conferencia:
¿Cómo estar arraigadas en las pruebas?. ¿Cómo estar firmes en las pruebas?. ¿Cómo perseverar en las pruebas?. ¿Qué pasa cuando el desastre golpea tu vida? Puede ser algo pequeño o algo grande. La pregunta no es si un desastre vendrá sino cuándo vendrá.

"Cualquier cosa que me haga necesitar a Dios, es una bendición".

Recordar dos cosas:
1/ Si no estás arraigada en Cristo y en su Palabra no podrás resistir las pruebas.
Más personal: Si yo no estoy arraigada en Cristo y su Palabra yo no podré resistir las pruebas.

2/ Si no tienes pruebas no desarrollarás raíces fuertes ni profundas. Sin las pruebas nos volveremos frágiles y débiles. Necesitamos los vientos soplando en contra.
Vas a tener pruebas, la pregunta es cómo vas a responder.

Queremos paciencia, carácter probado, esperanza, pero las queremos sin pasar por pruebas y aflicciones, pero es imposible.

Las raíces profundas te preparan para resistir las pruebas.
En Lucas 8 podemos leer la parábola del sembrador. Fijémonos lo que ocurre en uno de los terrenos donde cae la semilla:

Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad... 13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.

Una parte de la semilla cayó en la roca pero cuando creció se secó. No tenía humedad. Desde fuera se veía bien. Pero en el interior del terreno había roca. No había profundidad. La planta no pudo desarrollar un sistemas de raíces fuertes. Esa planta se secó y se murió.
¿Qué significa esta parte de la parábola? Son los que cuando oyen la palabra la reciben con gozo pero en el tiempo de prueba se apartan.

Nuestras raíces espirituales se nutren de la Palabra.

Salmo 1: Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos,... sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche. Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen.

El árbol está enraizado. En tiempos de tribulación y prueba este árbol resiste. No temerá cuando vengan las pruebas. No cesará de dar frutos. Las pruebas de fuego vendrán. No tenemos que temer. Tenemos una fuente de vida dentro de nosotras. Podemos seguir dando fruto en medio de las temporadas de sequía.

Conclusión:
Sé fuerte y firme en medio de las tormentas.
Sabemos que el Señor sabe lo que necesitamos para que nuestra fe crezca y sea más fuerte.
Sabemos que necesitamos las pruebas para desarrollar raíces fuertes y profundas.
Sabemos que Dios proveerá "gracia" para cada prueba que enfrentemos.
Sabemos que su "gracia" es suficiente.
Sabemos que no importa qué, Dios es bueno, Dios es fiel, Dios nos ama y podemos confiar en Él para escribir nuestra historia.

Himno: "Solo en Jesús"


Reflexión personal: ayer el presidente de la nación nos dijo que nos esperan días duros, que lo peor del pico de la epidemia está por venir. Mi oración para mí y para cualquiera que pueda leer este mensaje es que "estemos bien arraigas en Jesús y su Palabra". Que Él nos ayude y guarde en la tormenta.


miércoles, 18 de marzo de 2020

Cuento para niños: "El monstruo-corona" (Por Mariona Portabella)


La terapeuta familiar Mariona Portabella acaba de escribir un cuento de manera altruista para explicar a los niños lo que está pasando en el mundo y porqué hay que aislarse por un tiempo.


"Había una vez un país precioso, lleno de gente a la que le gustaba pasear, reír, abrazar, reunirse para comer, y donde los niños se juntaban para jugar.
Un día vieron por la televisión que algo estaba pasando en un país muy muy lejano; y aunque les entristecía escuchar que mucha gente era engullida por un monstruo temible que se hacía cada vez más grande, pensaban que a ellos no les haría nunca daño...y seguían paseando, riendo,  abrazándose y quedando para comer, y los niños para jugar.
Al poco tiempo empezaron a notar que una sombra se acercaba a su bello país. Algunos la vieron venir, otros no se dieron cuenta, y otros pensaron que era una nube cualquiera y que pasaría de largo.
Poco a poco ( bueno, realmente no tan poco a poco) empezaron a notar que el cielo de su país se oscurecía con esa supuesta nube, y empezaron todos a mirar. Cuando se dieron cuenta de que lo que ellos pensaban que era una nube, que pasaría de largo, en realidad era aquel monstruo redondo en forma de corona, con numerosos picos, que venía rodando hacia ellos, se asustaron y muchos salieron corriendo hacia otros lugares... pero parecía que el monstruo/corona, cuánto más corrían y huían, más grande se hacía. Incluso si cogían sus coches y buscaban un escondite en un pueblo lejano, hasta allí llegaba el monstruo/corona, los alcanzaba y los engullía.
Mientras eso ocurría, los expertos caza monstruos del país, se juntaban entre ellos y estudiaban como podrían deshacerse del monstruo/corona... Ya habían sido engullidas muchas personas y no estaban dispuestos a que eso siguiera sucediendo.
Los expertos que estudiaban el comportamiento del monstruo/corona, observaron también: que cuanto más se acercaban unos a otros los habitantes del país ( recordad que les encanta divertirse juntos) más grande y fuerte se hacía. 
Pensaron, que si todas las personas se quedaran en sus casas durante bastante tiempo, sin salir a divertirse, ni a jugar, ni se abrazaran, ni comieran juntos,  el monstruo/corona pensaría que ya no había nadie para engullir, se haría más pequeño y poco a poco se iría rodando hasta el fondo del mar y allí desaparecería.
A esos expertos se unieron, a través de vídeo, los expertos de los países muy,  muy lejanos en los que estaba también el monstruo/corona y les dieron otras ideas para vencerlo.
A las calles salió un ejército de valientes, formados especialmente para éstas situaciones, con batas blancas y las manos y la cara tapadas, pues habían visto que el monstruo/corona no engullía a quien iba así protegido. Éstos valientes habían salvado a muchas personas de ser devoradas por él, por lo que eran los únicos que tenían permiso para enfrentarse como expertos.
A los habitantes de ese país precioso, les costó mucho al principio entender que la única manera de vencer al monstruo/corona era encerrarse para que no les viera y se fuera haciendo pequeño.... pequeño... pequeño... hasta rodar hacia el mar y desaparecer.
Muchos tenían miedo de quedarse sin comida, pero también había otro ejército de personas que se ocupaba de que eso no fuera a pasar. 
Algunos de los habitantes de ese país que se atrevían a mirar por encima del monstruo/corona, vieron que seguía estando el Sol y que quien le miraba más tiempo a él, en lugar del miedo que tenían antes, les invadía una paz y una seguridad de que saldrían bien de esa batalla y también se daban cuenta de que el Sol era mucho más grande INCLUSO que el monstruo/corona.
Poco a poco ( eso sí fue poco a poco), mientras las familias estaban en sus casas, trabajando, leyendo, hablando y los niños dibujando y también jugando entre ellos,  (y en algunos momentos enfadándose y poniéndose nerviosos por no poder salir) empezaron a ver como el monstruo/corona iba perdiendo fuerza, se iba haciendo pequeño y cada día, con la ayuda y la colaboración de todos los habitantes del país era un poco más pequeño y un poco menos peligroso... 
Así llegó el momento en el que pudieron volver a salir de sus casas: los amigos se reencontraron para abrazarse, para comer juntos, los niños pudieron volver a jugar y visitar a sus abuelos y los parques y caminos se volvieron a llenar de gente; pero mucho más conscientes de lo que significa luchar hombro con hombro con un enemigo tan grande; y los que no se habían olvidado de seguir mirando al Sol, por encima de la sombra fea y negra del monstruo/corona, sabían que a partir de ahora nunca se olvidarían de que por muy negras que sean las nubes y por muy grandes y peligrosos que sean los monstruos, siempre, siempre, siempre, por encima está el Sol, grande y brillante,  que hace brotar de nuevo la vida, calentar el cuerpo y también el corazón.
(Mariona Portabella Delgado) 
Se permite la reproducción citando a la autora
Anhelando el final del cuento... unidos para vencerlo mientras tanto. #yomequedoencasa #estevirusloparamosunidos


martes, 10 de marzo de 2020

Sesión 7 de la serie: "Una mujer sabia": "Llamada a instruir"



Serie basada en el libro: "Una mujer sabia" (Principios para vivir como Dios lo diseñó) de Wendy Bello.

Apuntes resumidos de la lección:

         ¿Qué es instruir?

Proverbios 22:6
Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará”

Instruir va más allá de simplemente impartir conocimiento.
Definición: enseñar. Comunicar sistemáticamente ideas, conocimientos o doctrinas.

Sistemáticamente: es algo de todos los días, no podemos cansarnos, tenemos que buscar oportunidades para hacerlo. Instruir es algo progresivo.

Deuteronomio 6:6-7 (NTV) Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.

Tenemos un problema de memoria, todos nosotros, no solo nuestros hijos. Olvidamos muy fácil lo que otros nos enseñan, incluyendo lo que nos dice Dios. Es necesario repetir, y repetirnos.

Diferencia entre instruir y cambiar: nuestra función es instruir, pero sólo el Espíritu Santo puede cambiar a una persona.
Si lo que nos frustra al instruir es que no vemos el cambio, sigamos cumpliendo con nuestra función y dejemos el resultado en manos del Señor.

         Cuenta tu historia
Todas tenemos una historia que contar de la cual alguien puede aprender. Todas las experiencias que hemos vivido nos sirven para compartir con otros lo que hemos aprendido.
Podemos poner nuestra “historia” en las manos de Dios y pedirle que nos dé oportunidades de contarla a otros para que puedan conocer lo que él puede hacer con una vida común y corriente.
Al compartirla sembraremos en la vida de aquellos con quienes nos relacionamos.

         No solo el qué sino el cómo
“[La mujer virtuosa] cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor” (Prov 31:26)

La mujer sabia instruye con amor. Las palabras duras, las críticas destructivas y las correcciones hechas con ira no consiguen nada bueno. Si estamos enojadas, esperemos para enseñar. Busquemos oportunidades idóneas. La instrucción en medio del enojo o de una discusión logra muy poco o nada.
“… hablaremos la verdad con amor…” (Efesios 4:15)


Puedes consultar el power point con todos los apuntes de la tercera sesión basada en el libro: "Una mujer sabia" (Principios para vivir como Dios lo diseñó) de Wendy Bello: