jueves, 29 de enero de 2009

EL AMOR: UNA EXPLOSIÓN DE VALORES (IV Parte)

2º) ME VEO AUTOSUFICIENTE.
Frases tales como: “No necesito a nadie para lograr mis objetivos” “Hago lo que quiero, cuando quiero y como quiero” Muchos creen que pueden conseguirlo todo con dinero. Muchos creen que pueden pisotear y engañar para conseguir el fin deseado “el fin justifica los medios”. ¡qué peligroso! Cuánto más arriba estés, la caída será más grande! Estaríamos hablando de contravalores tales como: Avaricia, codicia, deshonestidad, obstinación, altivez, orgullo, vanidad…(cuanto más tienes, más quieres)
Tan peligroso es tener la autoestima por los suelos como sentirse autosuficiente y no necesitar a Dios. ¿Dónde está el equilibrio? Como siempre, lo encontramos en la Palabra de Dios: “Digo pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura.” (Rom. 12:3)
Los valores a enfatizar son: Discrección (trabajar a la sombra y no desear figurar, sobresalir); generosidad, honradez, modestia, sensibilidad y humildad.
Cuando Jesús dijo: “Aprended de mí” ¿qué piensas que quería que aprendíesemos de él? Su buena oratoria, su sabiduría, su poder para sanar…?
¡¡no!! Aprended de mí ….que soy MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN (Mt.11:29); Mirando la vida de Jesús vemos lo que significa ser manso y humilde de corazón (y no es precisamente tener la autoestima baja)

3º) ME VEO REDIMIDO Y PARTE DE LA FAMILIA DE DIOS.
Aquellos que hemos depositado nuestra confianza en el Dios vivo y verdadero podemos hacer nuestras las palabras del apóstol Pablo. “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy” (1º Cor. 15:10) Esta verdad nos debiera bastar para estar contentos con lo que somos y con lo que tenemos.
El apostol Pablo es un buen ejemplo de alguien que antes de conocer a Dios se sentía prepotente y autosuficiente pero que ahora que ha tenido un encuentro con Jesús, su fuerza y su gloria está en el Señor.
El sentirse perdonado, restaurado y salvado hace que vivamos una vida plena. No importa las circunstancias por las cuales estemos atravesando porque estamos al lado de Alguien que está a nuestro lado y que controla todo.
Dios nos hace dignos, nos liberta, nos da paz, nos da amor, gozo (Gálatas 5:22-23) ¿Dónde fuera de Dios podemos encontrar todo esto?
Los valores personales en una persona que se siente perdonada, restaurada y salvada son:
alegría, ánimo, aliento, contentamiento, lenguaje sano, madurez, mayordomía, perseverancia, seguridad, valentía y valor a la vida. Valores que tenemos que ir desarrollando poco a poco, cultivando paso a paso, porque recordar que “el camino hacia la madurez no tiene atajos”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace dias que no pasaba por aqui, pero cuánto me alegro de haber pasado hoy,y leer estas meditaciones sobre los valores cristianos en el hogar y en uno mismo...
Gracias Esther y Eva!!

elim-el oasis de Eva dijo...

Pues gracias Ana por haberte parado un ratito a la sombra de las palmeras de este oasis

Isa dijo...

Gracias Evita por pasarnos ésto. Y también se agradece a tu hermana por permitirte hacernos llegar sus apuntes a todos los bloggeros.
Besitos a las dos.

elim-el oasis de Eva dijo...

Hola Isa, pues ya casi se está terminando la serie, intentaré convencerla para futuras aportaciones...