Dame una palabra...

Me gusta escuchar música, especialmente cuando estoy en la cocina, a veces no presto atención, pero otras veces (si conozco la letra) me pongo a cantar con el artista de turno... (por si alguien aún no lo sabe mi “don” no es precisamente el canto). Esta semana pasada presté atención a la canción “Dame una Palabra” de Lilly Goodman, y me vinieron varias ideas a la cabeza. El tema es una petición de la compositora para que el Señor le de las palabras adecuadas a la hora de componer. Mejor os comparto la letra y luego sigo:

Dame una palabra de ti
cuando no se que decir
respáldame siempre que yo hable de ti
indícame qué escribir
siempre que me siente a componer
unge mi canción para bendecir a
quien la pueda oír

Lo que anhelo es agradarte y vivir para ti
por que tú me enviaste al mundo a hablar de ti

Dame una palabra desde el corazón
que cambie vidas y traiga bendición
una canción de aliento
que traiga agua al sediento
dame letras llenas de pasión
que inspiren a acercarse a ti, oh Dios
un susurro desde el cielo
que desde arriba venga a mi: una palabra de Dios

Dime una oración así
con sujeto y predicado que me enseñe a vivir
gramática llena de fe escrita /por ti/
respáldame con tu favor
para ir por el mundo alrededor
donde haya necesidad y enseñe tu amor.

Mi primer pensamiento es que también cada vez que escriba algo (o “escribas” si por ejemplo tienes un blog) , por muy sencillo que sea, tengamos en mente la letra de esta canción (“desde el corazón”, “que cambie vidas”, “traiga bendición”, “aliento”, “pasión”...), pero después me di cuenta que esta letra tiene que estar presente incluso en nuestra forma de hablar (aquí no se escapa nadie). Recuerdo un verso de la Biblia que dice:

“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. “ (Col 4:6 )

Sé que todo esto es más fácil decirlo que hacerlo pero me lo pongo como reto para este principio de semana...

Y por si no conoces esta canción, aquí te dejo un enlace: