El texto es Isaías 42:3.
"No acabará de romper la caña quebrada, ni apagará la mecha que apenas arde. Con fidelidad hará justicia;" (NVI)
Aunque la primera vez que lo leí fue en la versión RV 60, quizá algunos lo recordéis mejor así:
"No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare;
por medio de la verdad traerá justicia."
¿Qué recuerdos me trajo? Pues que cuando era una adolescente visitó mi iglesia local en Linares un grupo de jóvenes que estaban en un programa de rehabilitación por consumo de drogas en un Centro Cristiano. El responsable precisamente habló sobre este versículo y sus palabras se vieron reforzadas al oír también los testimonios de los chicos y sobre todo de una joven que nos contó cómo debido a las drogas tuvo que prostituirse para conseguir dinero y como su vida había ido cada vez más cayendo en un pozo sin fondo pero de alguna forma (que no recuerdo) llegó a este Centro Cristiano y después de conocer el amor de Dios para ella y aceptar el perdón que Jesús ofrece, ahora era una persona "nueva".
La vida es muy complicada, quizá no estemos pasando por situaciones tan extremas como las que he comentado pero ¿quién no se ha sentido alguna vez como una "caña cascada"?
Sí, Dios "no quebrará la caña cascada", "no apagará la mecha que apenas arde" de hecho Él es el experto en sanar heridas y restablecer vidas, mejor nos entregamos en sus manos y si ves a alguna "caña casacada" en tu camino no seas tú quien la rompa...
Sí, Dios "no quebrará la caña cascada", "no apagará la mecha que apenas arde" de hecho Él es el experto en sanar heridas y restablecer vidas, mejor nos entregamos en sus manos y si ves a alguna "caña casacada" en tu camino no seas tú quien la rompa...
6 comentarios:
Un verso hermoso, y la enseñanza...desafiante!.
Un abrazo Eva :)
Este texto a mí también me gusta mucho. Gracias por compartirlo.
Imagen preciosa la de la caña cascada pero no rota. ¡Dios es único en arreglar y corregir lo que está torcido! Gracias Eva por compartir este texto. Necesitamos recordarlo muy amenudo.Esther
Gracias Brisa porque me recordaste con tu comentario en Facebook que quería escribir sobre este versículo. Un abrazo para ti.
Keila, este es uno de esos versículos que hay que tener siempre en el corazón.
Gracias por pasar por aquí.
Ojalá que el Señor de consuelo a muchas "cañas cascadas" en Daimiel... Gracias por sacar tiempo para pasarte y comentar. Un abrazo "sister".
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