Bautismos en Linares

El domingo fue un día emocionante, me hizo recordar otros domingos similares de mi juventud. Como familia estuvimos en el bautismo de 8 personas en una de las iglesias evangélicas de Linares (Jaén), entre ellas estaba mi sobrina "Noe" de 17 años ya... y nos hacía ilusión compartir ese momento especial con ella. Llegamos pronto, sabíamos que si queríamos estar "sentados" tendría que ser así, se notaba un ambiente de festividad, muchos saludos, muchas caras conocidas y otras desconocidas, la música sonaba de fondo... la gente continuaba llegando algunos eran familiares o amigos que por primera vez iban a asistir a un acto así. ¿Quiénes se bautizaban? Seis jóvenes, una mujer y un hombre. ¿Qué transfondo tenían? Pues había de todo... desde una persona que había salido del mundo de las drogas hasta hijos de creyentes que habían escuchado el evangelio desde su niñez, o una enfermera a la que alguien de la iglesia le había compartido el evangelio en el lugar de trabajo, sobre ésta última contaros que vive en un pueblo cercano y nadie de su familia quiso acompañarla. Me imagino la soledad que debe sentir pero aún así ella tenía claro que quería obedecer este mandato de Jesús.

Se explicó el significado del bautismo, viene de una palabra griega que significa "sumergir", por eso se hace por inmersión, se hace con adultos porque la Biblia dice "el que creyere y fuere bautizado", siendo el primer requisito "creer", y tiene el simbolismo de "morir con Cristo" a una antigua vida y "resucitar a una nueva". ¿Te parece extraño? Pues estas personas dieron así público testimonio de su fe en Jesús como "Salvador y Señor personal y eterno"... Cada uno eligió un versículo que se leyó mientras bajaban al "bautisterio" (pequeña piscina) y después se cantaba una canción mientras salían. Mi hija Nora estaba emocionada y fue contando a todos los que se bautizaban, me preguntó si yo también me iba a bañar... Y Josué también nos hizo preguntas sobre por qué se bautizaban y si los niños podían bautizarse...

¡Ah! no quiero olvidar que el coro de la iglesia les dedicó una preciosa canción que nos emocionó a más de uno.

Después nos quedamos a comer en el local de la iglesia y fue buenísima la sobremesa. Esta es la mesa de algunos de los familiares de mi sobrina (yo estoy en algún sitio por el fondo)

P. D. En la foto de arriba mi sobrina Noemi es la segunda por la izquierda.