sábado, 18 de abril de 2020

"Conversaciones desde el desierto" (Invitada Noemi López Cañas)



"Hola a todos los que nos estáis viendo. Comenzamos hoy un espacio que llamaremos "Conversaciones desde el desierto". Pero no lo vamos a hacer desde el calor del desierto sino desde un oasis, el oasis Elim, ya que así es como llamé al blog que comencé allá por el año 2008: "Elim, el oasis de Eva".
¿Por qué este nombre? ¿por qué Elim? Elim es el nombre de un oasis que aparece en la Biblia, concretamente en Éxodo 15:27 y hablando del pueblo de Israel que marchaba por el desierto dice:  27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.
Allí había agua y sombra para el calor. Creo que todos necesitamos sitios así, en medio de este "desierto" que puede ser la vida.
Y hoy tengo una visita especial y es con ella con quien quiero compartir esta primera conversación desde este oasis en el desierto...
¡Hola Noemi!


"Isaías 40:6 al 8 “Que todo mortal es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo. La hierva se seca y la flor se marchita, pero la palabra del Dios nuestro permanece para siempre”. Esto me está hablando de la fragilidad del ser humano, algo que se está repitiendo constantemente en estos días. Que somos frágiles, que somos vulnerables. Esto nos produce miedo, temor. Miedo a coger el Covi19, a que enferme un familiar. Pero, hay un “pero” en el versículo “…pero la Palabra del Dios nuestro permanece para siempre”. Hay un Dios, cuya palabra permanece. Por eso hay que escuchar lo que Él dice. Y Él me dice en muchas ocasiones: “confía en mí”.  Decía el salmista en el Salmo 56:3 “cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza”. Tengo la costumbre todas las noches, al acostarme de citar el Salmo 4:8 “En paz me acostaré, y asimismo dormiré, porque solo tu, oh Señor, me haces vivir confiado”, pero yo el “solo tu” lo repito dos veces. 
Otra cosa que estoy aprendiendo es en ejercitar la paciencia. En la Biblia, se nos dice muchas veces que seamos pacientes. Porque por naturaleza no lo somos, nos gusta todo al momento.  Efesios 4:2 “siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor”.
Llevamos muchos días de confinamiento y podemos desesperarnos. Leí un artículo que se titulaba: " paciencia, el arte de saber esperar" y decía que es una actitud que necesitamos para vivir el aquí y el ahora. La impaciencia nos hace sufrir por lo que queremos y no tenemos (nos gustaría salir, ver y abrazar a nuestra familia y amigos), la paciencia nos hace esperar y disfrutar el momento. Estamos haciendo cosas que no podíamos hacer antes porque no teníamos tiempo. ¡Las comidas y postres más ricos los estamos haciendo ahora, porque no tenemos prisas en hacerlos!
Como conclusión, creo que el Señor nos está hablando a todos en esta pandemia y debemos escucharle. Sentimos dolor y tristeza de la gente enferma, de los que están muriendo. Pero como dijo C.S. Lewis, "el dolor es el megáfono de Dios para despertarnos". Despertar a un mundo que le ha dado la espalda y que cree que todo lo puede. Es hora de encontrarnos con Dios, de hablarle y dejar que él nos hable a través de su Palabra. " (Parte de la entrevista)


Agradecida a Noemi por esta primera "conversación" desde este oasis. Nuestro deseo es llevar palabras de esperanza y ánimo a todos los que nos vean/oigan. ¡Hasta la próxima conversación! Cuidaos y que el Señor os guarde y de su paz.

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