domingo, 2 de octubre de 2011

“Father to nobody´s children”( “Un padre para los niños de nadie”): la vida de Thomas J. Barnardo.

De nuevo os comento un libro biográfico que me ha prestado una amiga. La verdad es que últimamente estoy siendo “retada” e inspirada a vivir una vida cristiana más auténtica y “arriesgada” a través de leer biografías de cristianos en los que Dios obró poderosamente a pesar de que muchas veces eran personas sencillas que nunca imaginaron lo que Dios podía hacer a través de sus vidas entregadas al evangelio y a los necesitados.
La biografía que acabo de leer trata sobre Thomas J. Barnardo (1845-1905) que tras tener convicciones ateas fue tocado por el evangelio y más tarde ingresó como estudiante de medicina para poder ir de misionero a China. Pero Dios tenía otros planes y su llamado fue recoger niños “de la calle” en un barrio muy pobre de Londres para darles cobijo, alimento y educación. Lo que empezó con un niño que le pidió quedarse a pasar la noche en la pobre escuela donde enseñaba de forma voluntaria terminó en una obra en la que él y sus colaboradores recogieron a más de 60.000 niños de las calles.
Una de las decisiones más importantes que tomó fue la de llevar a cabo el lema: “No se le negará la entrada a ningún niño indigente”. La razón de esta medida fue provocada por un niño llamado “Carrots” al que Barnardo no dejó quedarse en la casa por estar ya llena. Le había prometido acogerlo en cuanto hubiera una vacante pero unos días después apareció muerto debido al frío. Esto llenó de tristeza a Barnardo por lo que decidió que no dejaría que volviera a pasar un caso así.
Una obra de tal magnitud no estuvo exenta de problemas y equivocaciones por lo que una vez el doctor Barnardo dijo: “Si volviera a vivir otra vez, haría exactamente lo mismo que he hecho, solo que mejor, y espero que de una forma más sabia y con menos equivocaciones.”
Os recomiendo leer el libro o investigar un poco sobre la vida de este cristiano comprometido, seguramente os servirá de ejemplo como a mí.

2 comentarios:

Víctor dijo...

Ya lo he leído, Eva. Y a mí también me ha tocado. Ahora estoy leyendo la biografía de C.T. Studd y cuenta que dio una ofrenda de 1000 libras a Barnardo para su obra con los niños.

elim-el oasis de Eva dijo...

Hace tanto tiempo que leí la biografía de Studd que creo que tendré que repasarla. Me alegro que se hayan "conectado" los dos libros, la verdad es que fue una época donde el Señor movía corazones y "bolsillos" para que su obra avanzara