domingo, 15 de mayo de 2011

Testimonio de unos cristianos cubanos.

El año pasado escuché en las noticias sobre cómo presos cubanos podían salir de la cárcel para venir (¿desterrados?) a España pero al menos poder gozar de libertad. No me imaginaba que conocería a uno de ellos junto a su familia, pero así ha sido. Fue encarcelado hace unos 16 años por intentar escapar de Cuba, allí eso está penado con la cárcel e incluso se sometió a un juicio de pena de muerte ya que las autoridades pretendían dar un mensaje claro de que no iban a permitir el ser “disidente”. Finalmente ya que no tenía otros antecedentes "delictivos" su pena se quedó en ... ¡30 años de cárcel! Su mujer estaba a punto de tener su primer hijo y hoy recordaba cómo iba con él en brazos a la cárcel para ver a su marido. Pero en la cárcel ocurrió algo maravilloso, alguien compartió el evangelio con esta persona: el evangelio de que en Jesús hay una libertad aún mayor que la física, una libertad del pecado y una esperanza de vida eterna. Empezó a estudiar la Biblia y terminó haciendo cursos de estudio bíblico, llegándose incluso a formar una iglesia dentro de la propia cárcel (con mucho cuidado ya que no estaba permitido...). Mientras, las amigas y vecinas de la mujer le recomendaban que “rehiciera” su vida con otro hombre porque no valía la pena esperar tanto tiempo siendo tan joven. Aunque ella no era cristiana se propuso esperarlo. Cuando su marido le comentó que había aceptado a Jesús como Salvador y Señor de su vida y que era “evangélico” ella respetó su nuevo estado pero le pidió que respetara también el que ella no creyera. De hecho veía estos grupos evangélicos como algo “oscuros”. Pero el gran cambio operado por su marido le hizo entrar en contacto con iglesias evangélicas y finalmente ella también comprendió el mensaje del evangelio.
La noticia de que su marido podía salir de la cárcel 14 años antes de lo previsto fue un “regalo” (y un milagro) que el Señor les ha permitido disfrutar. También fue un testimonio del poder de Dios para sus familiares, amigos y vecinos que eran bastante incrédulos y ahora estaban tan sorprendidos. No todo ha sido fácil desde entonces, el futuro también tiene sus dosis de incertidumbre, pero ahora son una familia unida, el hijo, un joven de 16 años, se bautizará en breve y están con muchas ganas de servir al Señor allí donde estén. Por cierto, ellos agradecerán tus oraciones a su favor.
Para mí ha sido de ánimo el escuchar este testimonio. ¡Dios es fiel, sigue obrando en medio de situaciones difíciles y ... lo seguirá haciendo!

Nota: si quieres conocer más de su historia o que visiten tu iglesia para compartirla puedo proporcionaros su correo electrónico pero de una forma personal.

4 comentarios:

Víctor dijo...

Eva. Yo también me quede impresionado del ardor que tienen. Todo lo que hacen les parece poco para nuestro Señor.

elim-el oasis de Eva dijo...

Víctor, fue bueno poder conocerles y espero que el Señor les vaya guiando en los siguientes pasos que tienen que dar.

Isa dijo...

¡Sí que me ha impactado este testimonio! Los caminos de Dios son tan insondables para nuestra mente finita. Sigo al tanto de ellos a través de tus posts.
Besitos.

elim-el oasis de Eva dijo...

Pues sí querida Isa, es toda una lección de esperar y confiar en el Señor.
Un abrazo hasta Veracruz.