martes, 17 de mayo de 2011

Lo que Dios me dijo a través de su Palabra.

Esta semana pasada estaba escuchando unas conferencias bíblicas tituladas “La iglesia del S. XXI” impartidas por el teólogo Samuel Pérez Millos (aprovecho para recomendártelas aquí). Una de las frases que me llamó la atención es que "la asignatura pendiente de los cristianos actuales es el leer la Biblia de una forma habitual"... Para evitar eso me gustaría que esta sección se hiciera habitual y me sirva a mí misma de reflexión personal.
Lunes 9 de Mayo: este día escuché una de las conferencias de la serie “Upgrade” (“Mejorar”, “Actualizar”) en el que se trataba el tema de la codicia. Una frase que se repitió era: “Dios no mira tu comportamiento... mira tu corazón”, y el versículo clave: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” (Mt 6:21)
Martes 10 de Mayo:Por lo tanto, no permitáis que el pecado reine en vuestro cuerpo mortal, ni obedezcáis a vuestros malos deseos.” (Rom 6:12) Esto es lucha...
Miércoles 11 de Mayo: “... de modo que él (Salomón) siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al Señor su Dios como lo había sido su padre David.” (1º Rey 11:4). Siempre me invade una cierta tristeza al leer sobre Salomón... el hombre que empezó muy bien y terminó fatal. Sin duda un toque de atención para recordar que hay que “perseverar”.
Jueves 12 de Mayo: “Ama al Señor tu Dios con tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente...Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mat 22:37-39) Estas palabras “traspasan” mi corazón...
Viernes 13 de Mayo: “Manteneos libres del amor al dinero, y contentaos con lo que tenéis, porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré”” Hb 13:5. Ahora que me fijo, esta semana he tenido dos advertencias sobre mi relación con el dinero...
Sábado 14 de Mayo: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.” (St 4:8) El Dios en el que creo no es un Dios distante, él está cercano: yo le hablo a través de la oración... Él me habla a través de su Palabra (La Biblia).
Domingo 15 de Mayo: “A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.” (Sal 121:1-2). Estas palabras las tenía en un póster en mi habitación en mi época de estudiante. ¡Cuánto consuelo me dieron entonces!... y hay cosas que no cambian... el mismo consuelo me dan ahora.

Por si te animas a hacer una tertulia... ¿Cómo te está hablando la Biblia en estos días?

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