Esta semana se me ha vuelto a pasar muy rápido, muchas cosas han ocurrido pero en medio de todo ello... la Palabra de Dios ha estado a mi lado y éste fue mi viaje a través de ella:
Lunes 11: “Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.” (1ª Cor 11:28) De este versículo me quedo con la palabra “examinarse” que me recuerda que es bueno parar, meditar y cambiar si es necesario.
Martes 12: “Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros” (2ª Tim 2:2). Este es el modelo de enseñanza bíblica de Pablo, es una cadena... Timoteo tenía que enseñar lo que había oído de Pablo, sus oyentes tenían que enseñar a otros, y pensando en esto me doy cuenta que así es como el evangelio ha llegado hasta mí y ahora me siento parte de esta “cadena” de transmisión...
Miércoles 13: “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón” (Sal 34:18). Me encanta el Salmo 34 pero ese día me “quedé” con este verso, tantas veces se me “rompe” el corazón que es bueno saber que entonces, como siempre, Dios está a mi lado.
Jueves 14: "El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno” (1ª Cor. 3:13b). Por un lado este verso me reta a que mi trabajo sea de “calidad”, por otro lado me recuerda que quien tiene que evaluar mi trabajo es Dios. ¡Qué responsabilidad... qué privilegio!
Viernes 15: “Así, pues, considerad a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no os canséis ni perdáis el ánimo.” Heb 12:3. A veces tengo oposición, a veces me canso, a veces pierdo el ánimo... ¡Que nunca deje de mirarte a ti, Señor!
Sábado 16: “... sino que lo soportamos todo con tal de no crear obstáculo al evangelio de Cristo.” (1ª Cor 8:12) ¿soportar o obstaculizar? Pues mejor “soportar”.
Domingo 17: “Aún en la vejez, cuando ya peinéis canas, yo seré el mismo, yo os sostendré. Yo os hice, y cuidaré de vosotros; os sostendré y os libraré.” (Is 46:4) ¡Tengo canas... y cada día más! Mis sobrinas me dicen que me las quite ya pero... ahora mismo me gustan, me ayudan a “saber contar mejor mis días”... pero qué bien saber que el Señor estará siempre a mi lado, cuidándome, sosteniéndome, librándome...
Y para terminar aquí os dejo esta canción de Marcela Gándara que nos habla de los beneficios de que nuestras vidas sean guiadas por la Palabra de Dios:
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