Cuando estaba “ojeando” el libro “Vivir en libertad” la librera me comentó que éste era el segundo libro de la autora en español y que quizá me interesaría leer el otro antes. Se refería a “Madurando bajo presión” (buen título también...) pero a mí me llamó más la atención éste que ahora os presento y que acabo de terminar: “¡Vivir en libertad!” y no es porque tenga falta de libertad física (no estoy ni he estado en la cárcel...), vivo en un país democrático, puedo salir a la calle con más o menos seguridad... pero hay tantas “cargas” que nos pueden “robar” otra clase de libertad... la libertad interior. De hecho el subtítulo del libro es “Cómo identificar y eliminar las cargas innecesarias de la vida” y os puedo asegurar que con ellas sí que me enfrento día a día. El libro consta de 8 capítulos y en cada uno de ellos nos da pautas para enfrentar una “carga” diferente:
- La carga del vacío interior y la ansiedad.
- La carga de culpa no confesada.
- La carga de una conducta de vida negativa.
- La carga de una imagen de Dios equivocada.
- La carga de la amargura y las ansias de venganza.
- La carga de preocuparse en exceso.
- La carga del “Si hubiese...” y “Ojalá...”
- La carga del ajetreo diario.
Ayudada por un personaje o texto bíblico la autora nos hace reflexionar de una manera sencilla pero profunda sobre estos temas y como dice Francisco Mira (secretario de los G.B.U. en España) en el prólogo “Noor ha escrito un libro que es un claro ejemplo de “biblioterapia””.
Por mis circunstancias personales ha habido unos capítulos que me han tocado más que otros... ¡menos mal que no tenemos todas las “cargas” a la vez! Un apartado que también me ha gustado mucho es que antes de comenzar cada capítulo se citan una serie de versículos escogidos y relacionados con el tema que por sí solos ya son material para reflexionar. Y como acostumbro a hacer, aquí van algunas de las frases que he subrayado y que os dejo como botón de muestra:
“Nuestro viaje por esta vida requiere compromiso y resistencia, y cuesta muchas veces sudor y lágrimas.”
“Hay veces que tenemos que llegar a lo más bajo para descubrir que necesitamos a alguien que es más seguro, más alto y más grande que nuestras propias seguridades.”
“Necesitamos la comunión con Él para saber quiénes somos; tenemos que conocer su amor incondicional para saber qué podemos ser”.
“Quien hace espacio en su vida para sentarse a los pies de Jesús se sentirá acompañado y animado en los quehaceres y cargas de la vida.”
- La carga de culpa no confesada.
- La carga de una conducta de vida negativa.
- La carga de una imagen de Dios equivocada.
- La carga de la amargura y las ansias de venganza.
- La carga de preocuparse en exceso.
- La carga del “Si hubiese...” y “Ojalá...”
- La carga del ajetreo diario.
Ayudada por un personaje o texto bíblico la autora nos hace reflexionar de una manera sencilla pero profunda sobre estos temas y como dice Francisco Mira (secretario de los G.B.U. en España) en el prólogo “Noor ha escrito un libro que es un claro ejemplo de “biblioterapia””.
Por mis circunstancias personales ha habido unos capítulos que me han tocado más que otros... ¡menos mal que no tenemos todas las “cargas” a la vez! Un apartado que también me ha gustado mucho es que antes de comenzar cada capítulo se citan una serie de versículos escogidos y relacionados con el tema que por sí solos ya son material para reflexionar. Y como acostumbro a hacer, aquí van algunas de las frases que he subrayado y que os dejo como botón de muestra:
“Nuestro viaje por esta vida requiere compromiso y resistencia, y cuesta muchas veces sudor y lágrimas.”
“Hay veces que tenemos que llegar a lo más bajo para descubrir que necesitamos a alguien que es más seguro, más alto y más grande que nuestras propias seguridades.”
“Necesitamos la comunión con Él para saber quiénes somos; tenemos que conocer su amor incondicional para saber qué podemos ser”.
“Quien hace espacio en su vida para sentarse a los pies de Jesús se sentirá acompañado y animado en los quehaceres y cargas de la vida.”
2 comentarios:
Hola Eva!
El flan de manzana quedó muy rico y muy consistente. Gracias por la receta y por la recomendación de este libro.
Un abrazo!
¡Qué bien Beatriz! Tengo algunas recetas más que a su tiempo compartiré (junto con algunos otros libros... que no todo va a ser comer...)
Nos seguimos encontrando en este espacio virtual. Un abrazo
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