En nuestra reunión semanal de mujeres en la iglesia, mañana nos toca leer y compartir el capítulo 18 (titulado “Viviendo la vida juntos”) del conocido libro “Una vida con propósito”.
El libro continúa en esta sección hablando sobre la importancia de la vida en comunidad dentro de la iglesia. Aquí os dejo algunas de las frases que he subrayado:
“El significado de la vida es compartir”.
“La comunión ... consiste en amar desinteresadamente, compartir con corazón sincero, servir en la práctica, hacer sacrificios, consolar y solidarizarse con los que sufren...”
“El verdadero compañerismo ocurre cuando la gente es honesta con lo que es y con lo que sucede en su vida: comparte sus penas, revela sus sentimientos, confiesa sus fracasos, manifiesta sus dudas, reconoce sus temores, admite sus debilidades y pide la ayuda y oración de los demás...” Seguro que firmábamos este tipo de compañerismo para nuestra iglesia local pero sin embargo muchas veces (desgraciadamente) ocurre lo que el autor sigue diciendo:
“La sinceridad es exactamente lo contrario que encuentras en algunas iglesias. En éstas, en vez de una atmósfera de sinceridad y humildad, hay fingimiento, roles, politiquería, cordialidad superficial y conversación trivial. La gente se pone máscaras, está a la defensiva y se conduce como si su vida fuera un lecho de rosas...”
Termino con otro tema que se toca en este capítulo y que trata sobre el perdón y la confianza y que personalmente, os confieso, me hacía falta escuchar ya que cuando una relación sufre y aunque haya un espíritu de perdón hacia la otra persona también se necesita “restablecer” la confianza en esa relación. Dice así Rick Warren (el autor): “El perdón debe ser inmediato, lo pida o no quien ofendió. La confianza se reconstruye con el tiempo. Esta requiere llevar un registro. Si una persona nos lastima repetidas veces, Dios nos manda perdonarla al instante, pero no espera que confiemos en ella de inmediato, y tampoco supone que debemos permitir que siga lastimándonos. Deberá demostrar que el tiempo la ha transformado...”
El libro continúa en esta sección hablando sobre la importancia de la vida en comunidad dentro de la iglesia. Aquí os dejo algunas de las frases que he subrayado:
“El significado de la vida es compartir”.
“La comunión ... consiste en amar desinteresadamente, compartir con corazón sincero, servir en la práctica, hacer sacrificios, consolar y solidarizarse con los que sufren...”
“El verdadero compañerismo ocurre cuando la gente es honesta con lo que es y con lo que sucede en su vida: comparte sus penas, revela sus sentimientos, confiesa sus fracasos, manifiesta sus dudas, reconoce sus temores, admite sus debilidades y pide la ayuda y oración de los demás...” Seguro que firmábamos este tipo de compañerismo para nuestra iglesia local pero sin embargo muchas veces (desgraciadamente) ocurre lo que el autor sigue diciendo:
“La sinceridad es exactamente lo contrario que encuentras en algunas iglesias. En éstas, en vez de una atmósfera de sinceridad y humildad, hay fingimiento, roles, politiquería, cordialidad superficial y conversación trivial. La gente se pone máscaras, está a la defensiva y se conduce como si su vida fuera un lecho de rosas...”
Termino con otro tema que se toca en este capítulo y que trata sobre el perdón y la confianza y que personalmente, os confieso, me hacía falta escuchar ya que cuando una relación sufre y aunque haya un espíritu de perdón hacia la otra persona también se necesita “restablecer” la confianza en esa relación. Dice así Rick Warren (el autor): “El perdón debe ser inmediato, lo pida o no quien ofendió. La confianza se reconstruye con el tiempo. Esta requiere llevar un registro. Si una persona nos lastima repetidas veces, Dios nos manda perdonarla al instante, pero no espera que confiemos en ella de inmediato, y tampoco supone que debemos permitir que siga lastimándonos. Deberá demostrar que el tiempo la ha transformado...”
Como observaréis se tratan temas muy interesantes y espero que se haga realidad en mi vida lo que Pablo nos dice en Romanos 14:19 “Esforcémonos por promover todo que conduzca a la paz y a la mutua edificación.”
5 comentarios:
¡Hola Eva! Hacía tiempo que no pasaba por aquí y me ha hecho mucho bien leerte. ¡Besos!
¡Precioso mi Eva querida! Siempre debemos de perdonar, pero debemos de tener cuidado en no caer en la misma red, ¡sigh! Todo estas cosas que vivimos y nos suceden día con día se llama experiencia porque aprendemos, algunas duras, otras fáciles, pero siempre hay que perdonar ¡y aprender!, je,je.
Besitos.
Lisi, muy bienvenida, como siempre, por este "oasis", me alegro de que te lleves algo "bueno" de él. Un abrazo fuerte.
Querida Isa, es cierto que con el tiempo y con todas las cosas que vivimos vamos adquiriendo "experiencia" y de alguna forma algunas de ellas nos hacen "desgastarnos" pero mucho mejor si practicamos el perdon. Un abrazo compañera de viaje.
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