viernes, 8 de noviembre de 2019

Serie "Salón de belleza para la lengua": "Una lengua bella es una lengua contenta".



Lengua agradecida:
El apóstol Pablo tenía mucho para quejarse: una y otra vez fue azotado, sufrió naufragio, fue acusado ante tribunales, y perseguido. Pasó dos años en prisión esperando un juicio, y sin embargo escribió:
Filipenses 4:11-13 (NVI)
11 No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. 12 Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Lengua contenta:
Contentamiento: una satisfacción interior que no exige cambios en circunstancias externas.
Cuando miramos las circunstancias que nos rodean, nos quedamos siempre insatisfechos, nos sentimos quejumbrosos frente a lo que nos falta y esto nos impide ver lo mucho que tenemos.
Frase: “Una persona contenta disfruta del paisaje durante todo el viaje de la vida”

Hebreos 13:5 «Contentos con lo que tienen AHORA; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré». 

Una lengua contenta trata la enfermedad con buen ánimo  y fortaleza
Mantiene un espíritu alegre y una fe firme en medio del dolor.

Santiago 5:13 (NVI)
13 ¿Está afligido alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas.

No es fácil mostrar una lengua hermosa, cuando el cuerpo sufre. Se necesita poder de lo Alto.
Una lengua contenta se disciplina a sí misma ante aparentes injusticias. No es fácil abstenerse de las quejas. La vida no es agradable a veces.
Injusticias: aprueban por copiarse, otros tienen más dinero ganado de manera injusta…
Cuando nos sintamos desalentados a causa del éxito aparente de las personas deshonestas e inmorales leamos el Salmo 37. Este salmo nos asegura que Dios es todavía un Dios de justicia.
“No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias; 2 porque pronto se marchitan, como la hierba;
    pronto se secan, como el verdor del pasto.”

- ¿Eres tentada a quejarte de Dios?
Salmo 37: 7 Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados.
- ¿Eres tentada a desatar tu lengua con envidia?
8 “Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal.”

Una lengua contenta mejorará tu vida en el hogar. Una adolescente dijo:  “Puedo hacer cien cosas bien hechas pero nunca oigo haber hecho nada bien; todo lo que oigo son  quejas y regaños sobre lo que hago mal.”
El remedio para el regaño es mirar al lado positivo de las cosas.

Una lengua contenta mejorará tu vida en el hogar.
No permitas que tu familia caiga en el vicio de la queja; procura que tus niños tomen una actitud positiva hacia el trabajo de la escuela, hacia las comidas que sirves.
Estimúlales a vencer inmediatamente cada nuevo problema, en vez de cruzarse de brazos y quejarse de todas las cosas.

Puedes consultar el power point de esta sesión basada en el libro "Salón de Belleza para la Lengua" (Leroy Koopman):

 

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