jueves, 17 de octubre de 2019

Serie "Salón de belleza para la lengua": "Una lengua bella es una lengua que no murmura".



Comencemos con la definición de "murmuración" según la Real Academia Española:

- Otra definición para complementar la anterior:
“Comentario que se hace de una persona que no está presente, tratando de que ésta no se entere y con la finalidad de hacerle daño o de molestarla.”

- Sinónimos de murmuración: son habladuría,  rumor, chisme o cotilleo.

La murmuración es tan común que no nos damos cuenta cuando la practicamos.
“Yo no quisiera hablar de esto pero…”
“No se los digas a nadie …”

La costumbre de murmurar es una de las enfermedades más sutiles y comunes de la lengua pero las cicatrices que puede dejar son muy feas.

Como dice la expresión: “Es más fácil soltar el gato que atraparlo”.
Una vez se ha soltado un rumor es casi imposible retenerlo. Podemos sentirlo y ser perdonados por Dios; pero no podemos preveer ni deshacer las consecuencias de una murmuración.
La Biblia nos advierte que las palabras que dices acerca de otras personas irán a su conocimiento:

Eclesiastés 10:20 (RVR1960)
20 Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.
Es casi imposible hablar mal de alguien sin que la persona afectada lo sepa.

Otro texto bíblico nos advierte también con el hecho de que podemos arruinar una amistad por practicar la murmuración:
Proverbios 17:9 (RVR1960)
El que cubre la falta busca amistad;
Mas el que la divulga, aparta al amigo.

Una buena regla: “Si no quisieras decirlo en su cara, no lo digas”
    La murmuración es falta de amor ya que nadie puede murmurar acerca de otra persona y amarla al mismo tiempo.
Aun cuando lo que decimos pueda pasar con éxito la prueba de veracidad todavía debe pasar la prueba del amor.
1ª Cor. 13:6 “El amor no guarda recuerdo de los daños, ni se revuelca en los pecados de otros, sino que se deleita en la verdad”
El amor se alegrará al referir buenas noticias, pero se abstendrá de revolcarse con deleite en lo malo.

¿Qué dice la Biblia que debemos hacer cuando alguien cae en pecado? ¿dice que tenemos que esparcir la noticia por toda la ciudad?
Gálatas 6:1  (RVR1960)
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

    Cuatro razones del por qué murmuramos
1.- Murmuramos porque nos falta sana confianza propia y propio respeto.
Cuando nos sentimos inseguros y amenazados somos más inclinados a esparcir murmuraciones en contra de otros.
Quitando el brillo de la corona de algún otro queremos hacer brillar de un modo más notorio la nuestra; rebajando a otros nos parece que nosotros crecemos.
La solución no es tan solo cesar de rebajar a otros, sino empezar a subir nosotros mismos.
Mateo 22:39 “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Eres una persona valiosa y preciosa. Dios te creó a su propia imagen y, cuando esta imagen se estropeó por el pecado, mandó a su Hijo a morir por ti; cuando crees tienes al Espíritu Santo en tu vida y tenemos la esperanza de un día estar con Él para siempre.

2.- Murmuramos porque no tenemos nuestras mentes suficientemente estimuladas con otras cosas más importantes.
Carlos Allen, en su libro: “Psiquiatría Divina” dice: “Las  grandes mentalidades discuten ideas, la gente mediocre discuten sucesos, y los que tienen mentes muy pequeñas discuten los asuntos de otras personas”.

3.- Murmuramos porque estamos ociosos.
Una de las mejores curas para la murmuración es estar tan ocupada en cosas útiles y constructivas que no tengas tiempo para preocuparte de los asuntos privados de otras personas.
1 Timoteo 5:13  (RVR1960) 13 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.

4.- Murmuramos porque tenemos el hábito de murmurar.
Grabarnos mientras hablamos nos haría comprender como el hábito de la murmuración se ha apoderado de nosotros.


Puedes consultar el power point de esta sesión basada en el libro "Salón de Belleza para la Lengua" (Leroy Koopman):


 

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