viernes, 28 de junio de 2019

Una lengua hermosa es una lengua testificante. (Serie "Salón de belleza para la lengua")




Nos encontramos con dos extremos a la hora de testificar de Cristo:

    Hablar demasiado y da como resultado que la gente nos evite.

    No mostrar en nuestras conversaciones que somos creyentes o no saber qué decir si somos preguntados por nuestra fe.

    Podemos hablar de nuestra iglesia, de actividades pero no de nuestra fe o de nuestro Salvador.

 
Conflicto entre una "Fe privada/ Fe pública": Creer y confesar van unidos.

Romanos 10:9 (NVI)
que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.

¿Defensores públicos o discípulos secretos?

Tenemos un llamamiento a siempre estar dispuestas a hablar de Cristo:

1 Pedro 3:15 (NVI)
15 Más bien, honrad en vuestro corazón a Cristo como Señor. Estad siempre preparados para responder a todo el que os pida razón de la esperanza que hay en vosotros.

Consiste en decir lo que el Señor ha hecho por ti. Hablar de la esperanza de la vida eterna.

- Una lengua testificante es una lengua amable: tiene que reflejar el espíritu compasivo de Cristo y trata a las personas como Él las trataba: atraer más que antagonizar, invitar más que amenazar, consolar más que condenar.

“Si el puente de la amistad humana está roto, el evangelio no podrá pasar.”

 “Que el tono y espíritu de lo que dices sea aceptable a Cristo mismo”

 
- Una lengua testificante puede ser enseñada:

    Muchas veces sentimos que no estamos preparadas.

    Importancia de aprender versículos bíblicos.

    Importancia de estudiar la Biblia y saber aplicarla.

    Herramientas: redacta tu testimonio y compártelo. Comparte lo que vayas aprendiendo. (Grupo Descubrimiento)

    Una lengua testificante confía en la dirección del Espíritu

    Sin el Espíritu Santo guiándonos todo es inútil.

Mateo 10:19-20 (NIV)

19 Pero, cuando os arresten, no os preocupéis por lo que vais a decir o cómo vais a decirlo. En ese momento se os dará lo que habéis de decir, 20 porque no seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por medio de vosotros.

- Ejercicios de belleza: Prepárate. Haz algo para el Señor y su causa: Conversaciones edificantes con amigos. Abre tu casa para estudiar la Biblia. Sé un testigo constante: que tu conversación y tu conducta desplieguen el amor y la ética de Cristo. Aprovecha las oportunidades… búscalas.

 
Puedes consultar el power point de esta sesión basada en el libro "Salón de Belleza para la Lengua" (Leroy Koopman):

 

 

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