Seguramente hayas oído hablar de la "ley de la siembra y la
siega", el principio que sigue es el que encontramos en la Biblia
"cada uno cosecha lo que siembra" y ligado a él está la realidad que podemos sembrar para lo que es provechoso o para lo que traerá destrucción para nuestra vida.
Mi reflexión para hoy es: ¿qué estoy
sembrando?
Gálatas 6:7-8 (NVI)
7 No se
engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. 8 El que
siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza
cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu
cosechará vida eterna.
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