lunes, 15 de febrero de 2010

Dios nos habla, ¿estás escuchando?

Estuve escuchando una predicación donde se mencionaban diferentes formas en que Dios nos hablaba, no son las únicas pero si que me hizo meditar en ellas y pensar en cómo Dios me hablaba a mí.
De mis apuntes os comparto:
1.- A través de la Biblia.
Dos versículos como ejemplo:
Heb 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. “
Reflexión mía: Si para ti la Biblia no es “viva y eficaz”, piensa en si quizás tal vez tengas que pedir ayuda como el etíope que dijo: “cómo entenderé si no hay quien me la explique...”
Y 2Ti 3:16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia,”

Una aclaración antes de seguir, todas las formas que vienen a continuación tienen que pasar por el “filtro” de la Palabra escrita de Dios, ya que no puede haber contradicción entre lo que ya está revelado por Dios y lo que Dios nos quiera decir en nuestra vida. (Como dice el dicho: a buen entendedor con estas palabras basta.)

2. A través del Espíritu Santo.
Otros versículos:
Jn 14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Jn 16:13 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. “

3.- Por el consejo de otras personas. Por cierto mejor personas que amen a Dios y nos amen de manera genuina a nosotros. (No valen aduladores o personas que no quieren nuestro bien...)

4.- En la quietud. Muy interesante este punto, a veces tenemos demasiado “ruido de fondo” y por eso no percibimos lo que Dios nos quiere decir. Vivimos vidas demasiados ocupadas y preocupadas...¿Cuál es tu ruido...? Quizás tengamos que apagar la tele, la radio, el ordenador, el móvil o el ipod para escuchar mejor...

5.- En las circunstancias. Creo que viene bien aquí la frase de C. S. Lewis “El dolor es el altavoz de Dios.”

La predicación continuó con nuestra actitud cuando oímos la voz de Dios:

1.- Ignorarla. (uhm, mala cosa)
2.- Buscarla.
3.- Obedecerla.

Como veis el tema no se agota con estos apuntes, esta semana, de hecho, oía cómo alguien comentaba que Dios le había hablado de manera clara a través de una canción (a mí también me ha pasado), por eso me han dado ganas de continuar investigando este tema y aún más de afinar mi oído... porque Dios habla, ¿estamos escuchando?

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