domingo, 5 de diciembre de 2021

Libro: "Consejería: la otra cara del discipulado" (Gordon D. Pike)

 


Como parte del curso de Consejería Bíblica que he estado realizando con la Asociación de Consejeros Cristianos Bernabé (https://asociacionbernabe.com/publicaciones/) había que leer el libro “Consejería: la otra cara del discipulado” (Editorial Clie). A continuación, comparto un resumen con las ideas esenciales y os invito a leerlo para vuestro beneficio personal:

 

            Discipulado y consejería se complementan para conseguir la meta de que el creyente llegue a la madurez. El discipulado se centra en que los nuevos convertidos aprendan a caminar en un mundo imperfecto hacia la perfección en Cristo y la consejería en ayudar al discípulo en cuanto a los efectos del pecado en su vida y cómo afecta a sus relaciones.

            En este libro se presentan "herramientas" útiles para que el consejero pueda ayudar a los creyentes a ser verdaderos discípulos del Señor. Se explican las cuatro verdades bíblicas que establecen los cimientos de la consejería: la dignidad, la depravación, la redención y la restauración del hombre.

            Dios decidió crear al hombre a su propia imagen conforme a su semejanza y por lo tanto reflejamos algo de la gloria, el carácter y los atributos de Dios.  Sin embargo, el pecado dañó la relación entre Dios y el hombre quedando también afectadas las relaciones, actitudes y deseos. La redención del hombre se convierte en la esperanza para el problema del pecado y fue posible gracias a la muerte de Jesucristo, que pagó la pena de nuestro pecado. Así todos los creyentes son nuevas criaturas en Cristo. El Espíritu Santo es el que puede cambiar actitudes, quitar hábitos viejos, establecer nuevos hábitos, sanar relaciones y purificar la vida del creyente.

            Para el cristiano el criterio de la verdad siempre tiene que ser la Biblia. La Biblia no se dirige a cada problema humano, pero por todas sus páginas fluyen principios de cómo ordenar la vida humana.

            Son cinco los conceptos científicos que hay que tener en cuenta en la consejería:  los anhelos personales inherentes (el anhelo para el amor, el anhelo para la seguridad y el anhelo para la trascendencia), la capacidad racional (percibimos algo, lo analizamos y llegamos a conclusiones formando así opiniones, concepciones del mundo y la vida, y creencias), la autoimagen esencial (la autoimagen negativa conduce a la persona a la autoprotección, a disfraces personales, a mentiras y manipulaciones), la capacidad volitiva

(siendo necesaria la ayuda de un cristiano maduro en enfrentar el error interno, reconocerlo como pecado, arrepentirse y volver a la verdad de Dios) y la capacidad emocional (la vida de muchas personas consiste en la búsqueda de las «buenas» emociones y el huir de las «malas»).

            El arrepentimiento y el perdón son dos acciones necesarias para la sanidad emocional. El hecho de ser pecador significa que uno es responsable, no a pagar el precio por su pecado (Cristo ya ha hecho esto), sino a arrepentirse de ello. El perdón no necesita la participación de más que una persona. La persona ofendida decide perdonar, decide anular la deuda del ofensor. El ofendido decide dejar las consecuencias, el pago y la venganza por la ofensa en las manos de Dios. Si el ofensor no admite lo que ha hecho, ni reconoce el daño infligido sobre el otro, y sigue con la misma actitud y acciones, la reconciliación no es posible.

            Se explican varios métodos utilizados en el ministerio de aconsejar: escuchar (escuchar más que hablar, y preguntar más que decir), preguntar (sobre lo que ha pasado, buscando entender lo que realmente es el problema), afirmar (celebrando las victorias y cambios, aunque sean pequeños) y confrontar (no debemos aprobar su comportamiento ni mantenernos callados frente a la desobediencia de la Palabra de Dios).

Podemos sugerir, señalar y mostrar lo necesario al aconsejado, pero últimamente él tiene que tomar sus propias decisiones y vivir su vida.

            La consejería bíblica pretende ayudar a la persona según los principios bíblicos. Así, la meta de la consejería debe ser la madurez mental, emocional, relacional y espiritual del aconsejado.

 

Podéis conseguir el libro en las librerías cristianas y en amazón aquí.

 


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