miércoles, 17 de enero de 2018

"100 años de historia: Iglesia Cristiana Evangélica de Valdepeñas"




El primer libro que he terminado de leer este año ha estado relacionado con la "historia evangélica" en España. Se trata de "1917-2017, 100 años de historia: Iglesia Cristiana Evangélica de Valdepeñas" escrito por José Valero Donado.

La iglesia de Linares de donde procedo, especialmente a nivel de jóvenes, ha tenido relación con la iglesia de Valdepeñas desde que tengo memoria y por eso ha sido bonito saber más sobre su historia y recordar a personas y ministerios que incluso he llegado a conocer personalmente.

El libro va desgranando la historia de la iglesia por décadas poniendo nombre a todas aquellas personas que comenzaron a predicar el evangelio en la ciudad de Valdepeñas y sus alrededores. Al principio fueron tiempos de mucha oposición a los "protestantes" por lo que es de destacar el amor, la fidelidad y la valentía de las primeras familias que abrazaron la "buena noticia" que, a través de la Biblia, se les presentaba.

Los nombres de los primeros misioneros ingleses pronto se entrecruzan con los primeros creyentes españoles que también se unieron a la misión de llevar el evangelio a sus compatriotas.

No pretendo hacer una reseña rigurosa pero sí me gustaría destacar dos aspectos que me han llamado la atención: el primero tiene que ver con el hecho de que los primeros creyentes abrían sus casas (y patios) para compartir con vecinos, familiares y amigos los estudios bíblicos amenizados con himnos y en un ambiente de oración. También destacar la labor tan importante que realizaron las mujeres tanto prestando ayuda social (a través de una clínica médica primero y luego a través de una casa-hogar para niños desamparados) así como teniendo reuniones con otras mujeres con las que compartían estudios de la Biblia. 100 años después veo que volver a abrir nuestras casas para el estudio de la Biblia será clave para que el evangelio siga creciendo...

Termino con una cita del final del libro: "No hay otro mensaje más sublime, ni nombre más alto que el de nuestro Señor Jesucristo. Gracias a él podemos hacer memoria de nuestra historia, gracias a Él podemos mirar con esperanza a nuestro futuro".
 

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