viernes, 25 de enero de 2013

La hora de la prueba (Lucas 4: 1-13)


Seguimos “adentrándonos” en el evangelio de Lucas, esta semana hemos intentado contestar las preguntas ¿por qué fue necesaria la tentación de Jesús? ¿quién es el tentador? ¿cómo podemos vencer la tentación en nuestra propia vida? Para la confección de los apuntes, como siempre, he consultado diferentes comentarios bíblicos y esta vez también algunos diccionarios y todo ello usando las herramientas que nos permite el programa e-Sword (que recomiendo altamente)… pero ahora os dejo con…

 

La hora de la prueba (Lucas 4: 1-13)

 

Introducción.

Jesús después de su bautismo va a comenzar su misión públicamente. Guiado por el Espíritu va al desierto para estar un tiempo en ayuno y oración. Lo que allí ocurre tiene lugar bajo la dirección de Dios.

 

1.- Las pruebas y tentaciones pueden venir cuando estemos en plena sintonía con Dios. (v 1 y 2)

 “lleno del Espíritu Santo” y “llevado por el Espíritu”

 

2.- ¿Quién es el tentador?

A lo largo de la Biblia a Satanás se le asignan diferentes nombres que nos dan una idea de quién es, algunos de ellos son:

·        Diablo (calumniador, acusador). Es el que se usa en nuestro pasaje (Luc_4:2, Luc_4:13).  En Apo 12:9  lo encontramos unido al de “Gran dragón” (que quiere devorar la obra de Dios) y  Serpiente antigua” (referencia al suceso del Génesis 3 con Adán y Eva): “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.

·        El tentador. Por su empeño en hacer caer a los creyentes en el pecado y el error. 1Ts 3:5  “Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano.”

·        El maligno. Es el que, siendo malo, vive intensamente para hacer mal a los seres humanos Jua 17:15  “No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. 1Jn 5:18-19 “ Sabemos que el que ha nacido de Dios no está en pecado: Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el maligno no llega a tocarlo.  Sabemos que somos hijos de Dios, y que el mundo entero está bajo el control del maligno.”

·        Príncipe de los demonios. Como jefe de éstos Mat 12:24  “Pero al oírlo los fariseos, dijeron: «Éste no expulsa a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios.» Aparece también Beelzebú: Nombre que los judíos derivaron de •Baal-zebub (“señor de las moscas”), una deidad que se adoraba en la ciudad filistea de •Ecrón, cuyo culto estaba relacionado con la sanidad de enfermedades.

·        Dios de este siglo. Una referencia a su gobierno sobre las estructuras humanas negadoras de Dios (2Co_4:4: “El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios. “)

·        Belial (impío y perverso, 2ª Cor 6:15)

·        Príncipe de la potestad del aire. Título que pone énfasis en su dominio sobre los seres angelicales malignos (Efe_2:2).

 

3.- Las tentaciones de Jesús (3-13).

 

-                     1ª/ “Convertir las piedras en pan” (3-4) Cuestiona la provisión y el cuidado de Dios. Este desierto no estaba cubierto de arena, sino de piedras.

La respuesta de Jesús procede de Deut 8:3b y su argumento es que la vida requiere más que comida. Las personas nunca encontrarán la vida en las cosas materiales. Seguir a Dios es vivir realmente.

-                     2ª/ “El ofrecimiento de los reinos del mundo” (v6-8) Le está proponiendo una alianza, le propone renunciar a la misión que tiene por delante para evitar el rechazo y el sufrimiento  que le esperaba. Aunque Satanás tiene un gran poder en este mundo no podía cumplir con el ofrecimiento en su totalidad. La respuesta de Jesús usando Deut 6:4-9 es que solo hay uno digno de ser adorado y que él recibirá “los reinos del mundo” pero de la mano de su Padre.

-                     3ª/ “Poner a prueba el poder de Dios”. Jesús se imagina que está en el pináculo del templo en el que se unían el Pórtico de Salomón y el Pórtico Real: desde allí había una caída de unos 150 metros hasta el fondo del valle del torrente Cedrón. Se cita el Salmo 91: 11 y 12 donde se promete la protección de Dios a los suyos. Satanás tuerce la Escritura ya que el texto no dice que nos pongamos en situaciones de riesgo. La respuesta de Jesús citando Deut. 6:16 explica cómo no estaba permitido poner a prueba a Dios y menos de una forma forzada como ésta. Jesús nunca hará un milagro con propósitos egoístas.

 

¿Por qué fue necesaria la tentación de Jesús? Primero, la tentación es parte de la experiencia humana. Para que Jesús fuera netamente humano y pudiera entendernos del todo, tuvo que enfrentar la tentación. (Heb 4:15  “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”) Segundo, Jesús tuvo que deshacer la obra de Adán. Este, aunque se creó perfecto, cayó en la tentación y su pecado se trasmitió a todo el género humano. Jesús, en contraste, resistió a Satanás. Su victoria ofrece salvación a todos los descendientes de Adán (Rom_5:12-19). Rom 5:18  “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.”

 

Aplicaciones:

·        Las pruebas y tentaciones vendrán a nuestra vida, ¿sabremos buscar a Dios en medio de ellas? ¿Es el motor de nuestra vida las cosas materiales? ¿Qué lugar ocupa el conocer las Escrituras para ponerlas en práctica en nuestra vida? Jesús venció cada tentación porque conocía la voluntad de Dios expresada en su Palabra. ¿Tenemos ídolos en nuestra vida? Hablo de ídolos en el sentido de personas, cosas o actividades que están ocupando el lugar de Dios… ¿Confiamos en el Señor aunque las situaciones sean adversas? ¿Queremos “forzarle” para que haga las cosas a nuestra manera y a nuestro favor?

 

 

Conclusión final:

El testimonio del Nuevo Testamento es claro al presentar a Satanás como una realidad maligna, siempre hostil a Dios y al pueblo de Dios. Pero que ya ha sido derrotado en la vida, la muerte, y la resurrección de Cristo, y dicha derrota se hará obvia y completa al final de los tiempos tal y como encontramos en el libro de Apocalipsis. Mientras estemos en la tierra haremos bien en seguir las indicaciones que encontramos en la Biblia:

- Pedro lo describe:  “como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1Pe_5:8), y nos exhorta a resistir al diablo “firmes en la fe” (1Pe_5:9),

- Pablo nos advierte: “Satanás se disfraza como ángel de luz” (2Co_11:14), como algo bonito y atrayente. Y nos exhorta a no dar “lugar [e. d. oportunidad] al diablo” (Efe_4:27), y lo que sugiere la idea de vestir toda la armadura de Dios es que de este modo el creyente podrá resistir todo lo que quiera hacerle al maligno (Ef. 6:11). También hay referencias al “lazo del diablo” (1Ti_3:7; 2Ti_2:26).

Tiene plena conciencia de los recursos con que cuenta Satanás, y de que está siempre procurando obtener “ventaja sobre nosotros”. Pero agrega que “no ignorarnos sus maquinaciones”  (2Co_2:11)

- Santiago dice: “Resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Stg_4:7).

- Finalmente Pablo pone su confianza en la fidelidad de Dios. “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1Co_10:13).

 

 

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