“Cuanto más grande es la prueba más glorioso es el triunfo...” (“El circo de la mariposa”)

Esta frase es una de la que encontraréis en el cortometraje “El circo de la mariposa” (“The Butterfly Circus”) que he vuelto a ver por segunda vez y de nuevo os la recomiendo.

El argumento puede resumirse así: “Durante la “Gran Depresión” el director de un circo de renombre (“El circo de la mariposa”) se dedica a visitar con su grupo algunos pueblos desolados de América para ser de consuelo y ánimo para sus habitantes. Durante uno de estos viajes se encuentra con un joven sin extremidades que es exhibido en una caseta de feria de poca categoría y que es presentado como “el hombre al que Dios dio la espalda”. Después de un intrigante encuentro con el director, el joven decide esconderse entre sus empleados y estando con sus nuevos compañeros descubre que un nuevo futuro se abre ante él, ya que conocerá su verdadero valor como persona.”

El director de la película es Joshua Weigel, y entre los protagonistas principales cabe destacar el actor mexicano Eduardo Verástegui, conocido en España por películas como “Bella”, y el australiano Nick Vujicic, quien aun representando un papel de ficción, no deja de ser él mismo ya que nació sin extremidades.

La película tiene su propia página web que puede visitarse en: http://thebutterflycircus.com/ donde hay más información sobre los actores, el director y noticias, entre la que destacamos que quieren convertirla en un largometraje.

Aplicación espiritual: como cristiana veo esta película no solo como un llamado de superación personal ya que, para mí, es evidente el paralelismo entre el proceso de transformación de la mariposa y el “nuevo nacimiento” (la nueva vida que hay en Cristo). Dos versículos clave para entender el mensaje espiritual son:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2ª Cor 5:17)
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de daros un futuro y una esperanza.” (Jer 29:11, NVI)

Hay una nueva vida en Cristo, hay futuro y hay esperanza... sin importar tu pasado, situación actual, circunstancias o tus limitaciones físicas.