martes, 26 de septiembre de 2017

"Hábitos para una vida saludable: escoge obedecer los mandamientos de Dios, siempre"




Ya hemos comentado dos hábitos que nos ayudarán a tener una vida saludable:

Hábito número uno: lee la Biblia, cada día.

Hábito número dos: ora sin cesar.

Añadimos ahora el hábito número tres: escoge obedecer los mandamientos de Dios, siempre.

Cuando utilizo la palabra "mandamientos" no me estoy refiriendo sólo  a los conocidos como "10 mandamientos" sino a toda la enseñanza que encontramos en la Biblia. En Deuteronomio 11:1 se nos recuerda: "Amen al Señor su Dios y cumplan siempre sus ordenanzas,  preceptos,  normas y mandamientos." Hay que obedecer no solo en las cosas grandes, que todos solemos aceptar, sino también las pequeñas.

En Josué 1:8 está escrito: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien."

El mismo Jesús dijo en Juan 14:23 "El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él". Y en Juan 14:15 "Si me amáis, guardad mis mandamientos."

Para obedecer hay que conocer por lo cual este hábito se complementa con el primero que consistía en leer la Biblia.

Para "bajar al suelo" en lo que consiste este hábito estoy pensando en algunos ejemplos prácticos:
 
- Ante la posibilidad de decir una mentira que me saque de un apuro... elijo obedecer y decir la verdad. Efesios 4: 25 " Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo"

- Ante la decisión de divorciarme por "cualquier causa"... elijo obedecer y buscar una solución. Mateo 19:6 "Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (pongo entre comillas "cualquier causa" porque el pasaje bíblico lo menciona y porque sí creo que puede haber causas para el divorcio).

- Si me hacen algún mal elijo perdonar. Lucas 17:3 y 4 "Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale".

- Si pienso que los impuestos son injustos... elijo pagarlos. Mateo 22 17 "Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?... 20 Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? 21 Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios."

La lista podría seguir...

Reconozco que no es fácil incorporar este hábito en el día a día pero concuerdo con lo que escribió el Dr. Stanley: "Dios tiene un plan para nuestro bien, y es una insensatez no obedecerlo... no tenemos idea de lo que Dios hará en y por medio de nosotros, si nos comprometemos a vivir en obediencia a Él."

Hábito número 3: escoge obedecer los mandamientos de Dios, siempre.
 
 

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