Llegamos a la
sesión número 3 en nuestro "Club de Lectura de la Biblia" y esta
semana vamos a meditar en algunos textos bíblicos que nos hablan sobre la "preocupación"
frente (vs.) a la "confianza". Aquí os dejo los apuntes:
Introducción.- "Durante el día constantemente
aliento a la gente a confiar en Dios pase lo que pase... No obstante, cuando
cae la noche... me siento solo, y temo confiar en Dios por completo. Para ser
sincero, a menudo me siento agobiado por las preocupaciones..." (Craig
Groeschel)
La palabra preocupación viene de un término que
significa "estrangular, constreñir, asfixiar".
Siempre podemos
encontrar algo por lo que preocuparnos:
- La economía va
mal.
- No hay
estabilidad laboral.
- Necesidades
básicas: cómo llegar a final de mes.
- Los hijos crecen:
estudios, universidad, boda...
- Protección de
nuestros hijos de las influencias externas: alcohol, drogas, pornografía...
- Padres mayores.
- Problemas de
salud, en nosotros o en nuestros familiares o amigos.
1.- La preocupación no es tu amiga.
Decimos que
confiamos en Dios, pero queremos tener controladas todas las situaciones... lo cual
es imposible.
Filipenses 4:6-7:
"Por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en
Cristo Jesús."
Cuando vivimos por
fe, creemos que Dios lo tiene todo bajo control.
Ejemplo:
- Nos preocupa
perder el empleo, estamos diciendo que el empleo es nuestro proveedor. ¿Acaso
no lo era Dios?
La preocupación es
el pecado de desconfiar de las promesas y el poder de Dios.
Mateo
6:25 "Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra
vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué
habéis de vestir. ¿No es la vida más
que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? " (Jesús)
"Vida":
abarca todos los aspectos, mental, físico, emocional y espiritual. Significa tu ayer, tu hoy y tu futuro.
Muchas personas se
obsesionan tratando de controlarlo todo a su alrededor. Y aunque hay cosas en
la vida que están dentro de nuestra capacidad de control, hay muchas otras que
no lo están.
2.- Libre de preocupaciones.
Dos pasos que nos
llevan hacia la libertad y nos ayudan a liberarnos de las preocupaciones:
- Hacer lo que es
sabio.
- Pensar lo
correcto.
* Hay gente que
piensa que la fe es no hacer nada y dejar que Dios lo haga todo. Por ejemplo
queremos un trabajo sin ir a buscarlo...
Si hacemos lo que
es sabio, podemos dejarle el resto a Dios con toda tranquilidad.
La preocupación es
la señal que nos avisa de que es hora de orar. Cuando le contamos
a Dios por qué estamos preocupados o qué es lo que necesitamos, le estamos
entregando nuestra carga.
1Pe 5:7 "echando toda vuestra ansiedad sobre él,
porque él tiene cuidado de vosotros."
* Someter nuestros
pensamientos a Cristo. Filipenses 4:8:
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad."
Cuando persistimos
en la oración, podemos dejar de pensar basándonos en el miedo para hacerlo
basándonos en la fe.
A veces la
respuesta de Dios puede tardar más de lo que queremos. 2ª Pedro 3: 8-9: "Mas, oh
amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil
años como un día..."
3.- No importa qué pase, confía en Dios.
Comencemos a
preguntarle a Dios qué quiere enseñarnos.
Mateo 6:33-34: "Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas. Así que, no os afanéis
por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día
su propio mal."
No importa lo que pase, confía en Dios.
Jeremías 29:11 : "Porque yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros afirma
el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de daros un futuro y una
esperanza" (NVI)
Incluso si el
futuro que Dios elige para ti no es el que tú preferirías, confía en él.
Proverbios 3:5-6: "Confía
en el Señor de todo corazón, y no en tu
propia inteligencia. Reconócelo en todos
tus caminos, y él allanará tus sendas."
(NVI)
(Bosquejo sacado
del libro "El cristiano ateo" de Craig Groeschel (Edit. Vida)
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