Llegamos a la sesión IV de nuestro llamado "Club de Lectura de la Biblia" con un tema de gran interés... ¿quién no quiere ser feliz...? pero ¿se puede/debe ser feliz a cualquier precio...?
Introducción:
Felicidad: "Estado de ánimo de
la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por
disfrutar de algo bueno."
1.- ¿Felicidad a
cualquier precio?
Dios no quiere que
seamos felices si para serlo tenemos que
hacer algo que no está bien o no es sabio. En el plan de Dios el fin no
justifica los medios.
Ejemplo de Moisés: Heb 11:24 "Por la fe
Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del
faraón. 25 Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios
a disfrutar de los efímeros placeres del pecado."
Dios tampoco quiere
que seamos felices si nuestra felicidad se basa en las cosas de este mundo.
Muchos creen que: mejores posesiones + circunstancias más tranquilas +
relaciones adecuadas + experiencias inolvidables + una apariencia perfecta =
felicidad.
- Nuestra cultura
nos ha condicionado para que creamos que aquellas cosas que no tenemos son las
que nos harán más felices... corremos ciegamente tras lo nuevo.
1ª Tim 6:7-10
"Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos
con esto."
Lc
12:29-31 "
ni estéis en ansiosa
inquietud."
Prov
30:8 y 9; "No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan
necesario;..."
- Algunos ansiamos
vivir con tranquilidad. Si un compromiso requiere demasiado tiempo o esfuerzo,
lo abandonamos.
- Y si no estamos
corriendo tras la tranquilidad, buscamos emociones. Un pasatiempo, un deporte,
unas vacaciones, actividades para el fin de semana... y una vez que pase...
buscamos el siguiente, cueste lo que cueste...
Pascal dijo: “El hombre tiene un vacío con forma de Dios, que sólo Dios
puede llenar”.
Eclesiastés 1: 1 y
ss.: "Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad
de vanidades, todo es vanidad..."
- O tal vez vivimos
en una constante búsqueda del "verdadero amor", pero en lugar de
querer servir y hacer feliz a la otra persona lo que queremos es que nos sirvan
y hagan felices a nosotros...
3.- Más que feliz.
Dios no desea que
seamos felices desea que seamos
bendecidos. En Mateo 5 encontramos la palabra "Bienaventurado"
que se puede traducir como "benditos con bendición suprema". Dios
quiere que seamos más que felices. Mientras la felicidad de este mundo se basa
en sucesos pasajeros las bendiciones de Dios trascienden todo lo que el mundo
tiene que ofrecer.
Mateo 5: "Dichosos los pobres en espíritu, Dichosos los que lloran, Dichosos
los humildes, Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, Dichosos los compasivos,
Dichosos los de corazón limpio, Dichosos los que trabajan por la paz, Dichosos
los perseguidos por causa de la justicia..."
Solo cuando buscamos a Dios y su reino por sobre las
cosas huecas y vacías de este mundo, podemos experimentar la verdadera
bendición perdurable. Veremos que los que buscan la paz, los que tienen
hambre y sed de justicia, los humildes y los quebrantados, son más que felices.
Historia: ¿Crees
que un pez sería feliz en una playa de arena?... No hay nada que pudiera
hacerlo feliz ya que no fue creado para vivir fuera del agua.
Filipenses 3:20 "Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos
al Salvador, al Señor Jesucristo; "
Fuimos creados para
vivir para siempre con nuestro Señor. La tierra no es el cielo. No hay dinero,
casas, muebles nuevos, ropas, vacaciones, empleos, sueldos, parejas nuevas o
nada que pueda satisfacernos, pues no fuimos creados para este mundo
contaminado por el pecado.
Filipenses 1:11-13:
"No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir
humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así
para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para
padecer necesidad. 13 Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece. "
La verdadera felicidad solo se halla en el Señor, y
cuando lo encontramos, entendemos lo bendecidos que somos en realidad.
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