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Lucas 2:15-20 “Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vamos a Belén, a ver esto
que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer». Así que fueron de prisa y
encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre.
Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él, y cuantos
lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían. María, por su parte, guardaba todas estas
cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas. Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que
habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho”.
Medita: hoy
quiero fijarme en los pastores, esos trabajadores, que en esta época eran despreciados
por su humilde trabajo. Doy gracias por su curiosidad, por su obediencia
rápida, por no quedarse ensimismados en ellos mismos y en su visión celestial,
por compartir la buena y sorprendente noticia que habían recibido sin
importarles lo que los demás dijeran. El resultado es que volvieron a sus
trabajos contentos, glorificando y alabando a Dios.
Acción del día:
sonríe delante de un espejo (esa es una sonrisa para ti) y luego sonríe a las
personas que hoy te encuentres en tu camino, según los expertos, recibirás
muchas a cambio también.
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