En la sesión 11 del club de lectura estuvimos
meditando sobre la amistad. Wendy Bello, la autora del libro “Una mujer
sabia” nos habla sobre una de sus amigas
y nos describe su amistad: “hemos vivido muchas cosas, unas alegres y otras muy
tristes. Hemos orado juntas, llorado juntas, estudiado juntas la Palabra de
Dios… sabemos que podemos contar la una con la otra, no importa la hora ni el
momento.”
Dios valora la amistad. Dios llamó a Abraham
“amigo”. Y Jesús les dijo a sus discípulos que ellos eran sus amigos.
Pensamiento: “es verdad, la amistad es algo
bello, pero no tengo tiempo para cultivarla”. La gente solitaria es más fácil
de derrotar. Necesitamos de los amigos, necesitamos de la comunidad. Tenemos
que hacer tiempo para los amigos.
“Uno puede ser vencido, pero dos pueden
resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente”” (Ecl 4:12)
Llevar las cargas solas es difícil, pero
compartirla con otros la aligera. Luchar solas es prácticamente imposible,
cuando nos unimos a los amigos y hermanos en la fe, la pelea es diferente.
1/ “Sé la clase de amiga que quisieras
tener”.
2/ Sé sincera.
3/ Perdona y pide perdón.
4/ “Sé leal”:
5/ Cuida la relación
6/ Escucha los consejos
7/ Dedica tiempo a tus amigos
Las amistades reales se forjan al vivir
experiencias, pasar juntos momentos buenos y sobre todo malos, tener altas y
bajas.
Alguien a quien puedas ir a contarle tus
luchas, dudas, problemas tiene que ser alguien que pueda darte un consejo de la
Palabra de Dios, que pueda orar contigo que te anime cuando tu fe flaquee, que
te inspire.
Decidamos ser una amiga excelente y escoger
bien nuestras amigas.
Resumen en power point:
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