sábado, 10 de agosto de 2013

Las Ocho Características de una iglesia saludable. (II parte y final)


Continúo comentado el libro " Las Ocho Características de una iglesia saludable" de Christian A. Schwarz, con las tres características que faltaban:
 

6. Células integrales:
La multiplicación continua de grupos celulares es un principio de crecimiento universal... En ellos no solamente se habla de textos bíblicos, sino que las verdades bíblicas impulsan espiritualmente y se relacionan constantemente con hechos concretos de la vida diaria de los creyentes.
Los miembros de estas células tienen la posibilidad de tratar dentro del grupo, preguntas que verdaderamente les preocupan. En este contexto de las células está la práctica de lo que encierra el concepto de “discipulado”: transferencia de vida en lugar de aprendizaje de conceptos abstractos.

7. Evangelismo según las necesidades:
Tengo que confesar que este apartado es el que más me sorprendió y aún sigo meditando en las conclusiones a las que llega... que son estas:
"Las investigaciones revelan que el 10% de los creyentes tienen el don de evangelismo. Nuestras investigaciones refutaron una tesis defendida con la mayor naturalidad en círculos activos evangelísticamente: «Todo creyente es un evangelista». Sólo es un evangelista aquel a quien Dios dio el don espiritual correspondiente.
Sin embargo, la tarea de cada cristiano verdadero es servir con su don al no cristiano, con quien tiene buenas relaciones personales, para conseguir que tal persona escuche el mensaje del Evangelio y entre en contacto con la iglesia. La clave para el desarrollo de la iglesia es que ésta dirija sus actividades evangelísticas enteramente hacia las preguntas, inquietudes y necesidades de los incrédulos..."

8. Relaciones afectivas:
Iglesias que crecen poseen, en promedio, un “cociente de amor” mesurablemente superior a las iglesias que están estancadas o decrecen.
Para hallar formas de elevar ese «cociente de amor», procuramos averiguar, entre otras cosas, cuánto tiempo pasan los miembros de la iglesia con otros creyentes, fuera de las actividades de la iglesia ... con qué frecuencia se invitan unos a otros a comer, cenar o tomar un café juntos... con qué profusión los creyentes hacen uso de elogios y cumplidos unos con otros, al juntarse para los cultos... en qué medida el pastor conoce las necesidades personales de sus colaboradores ... cuánto se ríe entre los creyentes, etc
Los seres humanos, sin Dios, no necesitan oír discursos sobre el amor, ellos quieren experimentar concretamente los efectos del amor cristiano en la práctica diaria.
Y termino, por ahora, porque aún no he terminado el libro, con un resumen que sencillamente me hizo "soñar" con una iglesia saludable...:
" Una iglesia en la cual los líderes responsables se encuentran comprometidos en cuerpo y alma en el crecimiento de la iglesia, donde prácticamente todos los miembros utilizan sus dones espirituales para edificación de la iglesia... en la que la fe de la inmensa mayoría de los creyentes es vivida y practicada con poder y contagioso entusiasmo... cuyas estructuras son verificadas sólo según el criterio de lo que es provechoso para el desarrollo de la iglesia, cuyos cultos representan la experiencia cumbre de la semana para la mayoría de los participantes, en cuyos grupos celulares se puede vivir el amor y el poder sanador de la comunión cristiana, donde prácticamente todos los miembros aportan, de acuerdo con sus dones, sus contribuciones para el cumplimiento de la gran comisión, cuyas actividades casi sin excepción, están impregnadas del amor de Cristo... ¿Nos podemos imaginar una iglesia como ésta no experimente crecimiento o acaso pierda miembros?"
 
Oro para que mi iglesia sea así... y que no sea yo quien la "estropee".

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