Hace unos meses os hablé de que los martes tengo una cita a las 10:45. Después del verano hemos retomado estas reuniones de mujeres en la iglesia. Cada último martes del mes tenemos lo que llamamos "Compartir": cada una compartimos algo que nos ha hecho bien de la Palabra, o un tema de interés, una poesía... está abierto a nuestra creatividad, y a veces también compartimos un desayuno, aunque hoy no ha sido el caso.Haciendo un poco de memoria, hoy recorrimos:
- el Salmo 73
"25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. "
"25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. "
-El Salmo 139:7-18, después se leyó un devocional de "Nuestro Pan diario" titulado "Fecha de caducidad", muy interesante, porque no sólo los productos la tienen, tú y yo también...
- Gálatas 3:1-5, Santiago 3:13-18, ... y otras lecturas más.
Yo pude compartir dos revistas digitales: (ya dice la Biblia que de la abundancia del corazón habla la boca y yo últimamente... me doy algunos paseos por el ciberespacio...)
Mujer de hoy y Cristiana de hoy. (Si no las conoces será un tiempo bien aprovechado el que las mires y las añadas a tus favoritos, recuerda: tienes que hacer click en las palabras subrayadas).
Terminé compartiendo el artículo titulado: "El poder de la música: la vida de Fanny Crosby" por Keila Ochoa que aparece en Cristiana de Hoy.
Ya había oído hablar de esta mujer que quedó ciega siendo niña y que escribió miles de himnos, algunos de los cuales he cantado desde mi niñez. Os dejo con el final del artículo que fue el reto que lancé (para mí la primera) en la reunión:
"Cada vida, en suma, es una canción, ... La pregunta para nosotras es: ¿Qué música estamos tocando?"











Ayer volvimos a celebrar, después de las vacaciones el programa infantil que denominamos "Club del Tesoro". Sé que a la iglesia se la compara con un cuerpo (con una función cada uno), con un edificio (donde todos somos piedras vivas) pero ayer funcionamos como un equipo: Hannah (¿con quince años?) tuvo la idea de hacer unas invitaciones (quedaron preciosas) para invitar a los niños y se las envío por correo y cumplieron su cometido porque allí estaban todos (antes de la hora prevista), Craig aunque estaba de viaje, dejó una pancarta que anunciaba el evento, Becky (echando de menos a Craig que es el que se encarga de los juegos) cogió una cuerda y todos a saltar (y algunos juegos más). Miriam fue la encargada de presentar el programa, y no es nada fácil tener sentados a tantos niños que ¿serán los más nerviosos del pueblo?. Santi y Noemi prepararon un guiñol con ¿Ricky? (bueno, ahora no me acuerdo bien del nombre) pero sé que se metieron conmigo (en broma) creo que este muñeco se va a hacer amigo de los niños pronto... Tuvimos tres músicos... gracias a Tania, Gerardo y Carlos (nota: los niños cantan con mucha fuerza y se saben todas las canciones pero hoy está lloviendo...)(explicación: en España decimos que cuando alguien desafina llueve). El versículo lo enseñó Angelines (Mateo 1:21) y los trabajos manuales volvió a prepararlos Becky junto con su hija Sarah (un precioso separador de libros con el versículo que habían aprendido). Ah, y la historia bíblica (que la tuve yo) sobre "los nombres de Jesús", pero explicando sólo el significado de "Jesús" (Salvador) y "Emanuel" (Dios con nosotros).



